Tras realizarse hoy la última de las reuniones que los obispos chilenos sostendrían con el Papa Francisco, el medio argentino Clarín aseguró que cuatro de las autoridades eclesiásticas habrían presentado su renuncia, entre éstos monseñor Juan Barros, administrador de la diócesis de Osorno.
La publicación indica que Barros nuevamente habría puesto su cargo a disposición del Papa, quien ya había rechazado esto en dos ocasiones. Esta vez, dice Clarín, Francisco “aceptará la dimisión porque ahora está convencido de su culpabilidad”.
A él, y de acuerdo a una fuente confiable del corresponsal del diario, en el Vaticano, se habrían sumado las renuncias de “los obispos Horacio Valenzuela, de Talca, Tomislov Koljatic, de Linares, y uno de los siete episcopales auxiliares de Santiago, monseñor Andrés Arteaga, que no vino a Roma porque está gravemente enfermo del mal de Parkinson”.
Clarin sindica a este grupo como “el núcleo de cuatro obispos formados en la pía asociación fundada por el padre Karadima en sus tiempos de gloria, considerado un santo en vida por las clases altas chilenas”.
En total, aseguró, podría ser que llegue a 12 la cifra de renunciados.
Cabe precisar que el mismo medio informativo aseguró que los sacerdotes antes mencionados pusieron sus cargos a disposición de Francisco I, incluso antes de partir hacia la santa sede.