HANS SCOTT / AGENCIAUNO
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Dolor y vergüenza manifestaron los fieles de las parroquias Inmaculada Concepción, de Maipú, y Jesús de Nazareth, de Estación Central, donde cumplió funciones el ex canciller del Arzobispado de Santiago, Óscar Muñoz Toledo, detenido por abusos sexuales a menores y estupro, esto es, eventual violación.

La Tercera publica hoy algunos testimonios de estos fieles como el de Luisa, una vecina que vive a un costado de la Parroquia Jesús de Nazareth. “Nos sentimos mal porque es algo que se sabía desde hace tiempo”, dijo.

“Él viene de Rancagua y nosotros tenemos familiares allá que no entienden por qué lo trajeron. Ahí nos enteramos. Luego dejamos de ir a la parroquia. Era un secreto a voces y nadie lo contaba. Pero también hay gente que adora al cura y lo protege. No lo creen”, añadió al diario.

Según la sacristana de la parroquia y cercana al religioso, Mariela Valdés, “la familia lo instó a autodenunciarse. Esto se sabía, pero me impactó ver su imagen en los medios, me llegaron a temblar las piernas. Me afectó mucho, porque él ha sido muy bueno conmigo. Como comunidad estamos muy afectados, nos queda orar mucho por él, su familia y por las víctimas”.

En la parroquia de Maipú, en tanto, Amelia Morales, quien perteneció 22 años a la iglesia católica, expresó que “es un dolor que tenemos toda las personas que creemos en aquellos que están parados en el altar, que están educando a la gente y niños en la fe cristiana, ¿Qué están haciendo ellos por detrás? Esto a uno le duele”.

Óscar Muñoz fue detenido a las 10.00 horas del jueves en su domicilio de la Villa Santa Carolina, de Macul, donde vivía con su madre. Hoy en la mañana, en el Juzgado de Garantía de Rancagua, el fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias, lo formalizará por delitos sexuales cometidos contra al menos cinco menores de edad. Incluso se habla de sobrinos suyos entre las víctimas.

El 24 de mayo pasado, el Arzobispado de Santiago confirmó que Muñoz Toledo estaba siendo investigado por abusos sexuales. La gravedad de los hechos motivó una denuncia ante la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano.

El presbítero Óscar Muñoz Toledo, 56 años, como ex canciller de la curia se ocupaba de organizar y custodiar los documentos y actas relativas a las arquidiócesis, parroquias y otros entes, además de redactar actas y decretos, disposiciones y obligaciones, entre otras tareas.

Muñoz Toledo se autodenunció por abusos sexuales el 2 de enero pasado, tras lo cual se implementaron “medidas cautelares”. Fue relevado de sus cargos de canciller y párroco de la Iglesia Jesús de Nazareth, de Estación Central, y se le prohibió el ejercicio público del ministerio sacerdotal.

Una vez concluida la correspondiente investigación previa, el expediente fue enviado al Vaticano, específicamente a la Congregación para la Doctrina de la Fe, organismo competente para juzgar estas materias.

Muñoz Toledo se desempeñó como canciller del Arzobispado de Santiago desde junio de 2011 hasta este año, cuando también dejó el cargo de párroco de la Iglesia Jesús de Nazareth.

Según la reseña biográfica publicada en el arzobispado, el sacerdote estudió en el Seminario Pontificio Mayor de Santiago y recibió la ordenación el 3 de junio de 2000.

El religioso se desempeñó también como Vicario Parroquial de la Transfiguración del Señor y de la parroquia Inmaculada Concepción de Colina. En 2003 fue designado párroco de la Inmaculada Concepción de Maipú y vicecanciller del Arzobispado.

El 27 de mayo, el fiscal Arias abrió una investigación de oficio y allanó dos veces las oficinas del Tribunal Eclesiástico y del Arzobispado de Santiago.

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