El fiscal de la Unidad de Derechos Humanos, Roberto Garrido y su par, Jorge Calderara, están definiendo qué oficiales participaron en la elaboración, planificación y despliegue de la primera versión falsa sobre el homicidio de Camilo Catrillanca.
El hecho se produce luego de que el exsargento Carlos Alarcón, indicara en su tercera declaración a la Fiscalía que “me obligaron a mentir”, apuntando al abogado de la institución Cristián Inostroza y al exjefe del Gope en La Araucanía, el mayor Manuel Valdivieso.
De esta forma, se citó a declarar a ambos imputados. El abogado Inostroza guardó silencio, mientras que el ex Gope prestó testimonio. A este último, además, se le pidió que entregara su teléfono celular para periciarlo.
El motivo de este requerimiento se debió a que el exsargento Alarcón, en su declaración, señalara que “el abogado hablaba permanentemente con alguien por teléfono, no sé con quién, pero luego de escuchar mi versión salía de la oficina y regresaba”. Este testimonio le abrió la puerta a la fiscalía para preguntarse con quién hablaba el abogado de Carabinero. Es por ello que también la fiscalía solicitó el tráfico de llamados de Inostroza.