El Consejo de Rectores de las Universidades chilenas suscribieron un histórico acuerdo, consensuado en el consejo asesor de la ministra de Educación, Marcela Cubillos, donde los planteles unibversitarios se comprometerán a que el 40% de los cargos directivos sean ocupados por mujeres en tres años.
Esta cifra la entrega el diario “La Tercera”, al analizar que el 53% de los estudiantes de educación superior son mujeres, es decir, casi 6 de cada 10 alumnas, sin embargo, de las 57 universidades que existen y están funcionando, solo seis tienen rectoras.
Hay 26 universidades que no tienen ninguna vicerrectora, y de los centros de formación técnica (CFT) e institutos profesionales (IP), solo el 5% es dirigido por una mujer, asegura el matutino.
Estas cifras reflejan la extensa desigualdad de género que se vive en este sector y es un tema que está siendo abordado con preocupación por el consejo asesor de rectores que convocó la ministra de Educación, Marcela Cubillos, a tal punto que las 17 autoridades que están ahí -de las cuales solo dos son mujeres- acordaron con el ministerio aplicar medidas que amplíen la participación femenina.
Ese acuerdo quedó reflejado en un documento al que accedió La Tercera, y que contiene ocho medidas para avanzar en la igualdad, las que fueron consensuadas la semana pasada y que fijan plazos e indicadores que estas 17 instituciones se comprometerán a cumplir.
Entre las medidas está el contar con planes de equidad de género en un plazo de seis meses; hacer que al menos el 40% de los puestos de los órganos superiores del gobierno institucional sean ocupados por mujeres, y que en las elecciones de rectores se incluya al menos una candidata.
También hay medidas para las profesoras. Las instituciones se comprometerán a eliminar las “barreras arbitrarias que desfavorezcan el desarrollo de las mujeres en la academia”; a fomentar el ingreso de investigadoras a los claustros académicos, y a considerar un plazo adicional al máximo establecido en las carreras, para que las profesoras que sean madres puedan ascender en la jerarquía interna, considerando los permisos de prenatal, posnatal y posnatal parental.
Igualmente, los planteles deberán promover que en seminarios o foros donde expongan cuatro o más expertos haya mujeres, e incentivar el ingreso de alumnas a los programas que tienen mayor presencia masculina, y viceversa. Por último, los establecimientos deberán informar anualmente la nómina de autoridades y la participación académica de mujeres.
Las instituciones que participan del consejo asesor van a validar el documento en sus comunidades antes de suscribirlo, y la idea es que se sumen otros planteles. Tendrán dos años para cumplir estas medidas, excepto la del 40% de los órganos superiores, que deberá cumplirse en tres años.
La ministra Cubillos considera que estos compromisos serán un avance importante. “Coincidimos con los rectores del consejo asesor en que tenemos mucho que avanzar en temas de equidad de género en el sector, y tenemos que ser proactivos y proponernos metas ambiciosas, como lo estamos haciendo”, dice.
“Este es un primer paso hacia la plena integración de las mujeres en los órganos directivos de la educación superior, para que las oportunidades y el trato igualitario alcancen todos los estamentos y a todas las instituciones. Hacemos un llamado a todas las instituciones de educación superior a que se sumen al compromiso”, agrega.
Las pocas rectoras que hay valoran que haya metas y plazos para equilibrar la balanza. “Las mujeres no están presentes en la toma de decisiones sobre el futuro de la educación superior. Solo hay seis rectoras en casi 60 universidades, lo que esperamos cambie en un futuro próximo, reflejando la masiva presencia de mujeres, tanto estudiantes como académicas”, dice Pilar Romaguera, rectora de la U. de Las Américas.