José Tomás Vicuña, Director Nacional del Servicio Jesuita a Migrantes, habló con “El Rompecabezas” de Agricultura sobre la situación de quienes acampan fuera de las embajadas y consulados con el objetivo de retornar a sus países en medio de la crisis sanitaria y social que provocó el coronavirus.
Según cuenta Vicuña, “Bolivia está reconociendo la cuarentena chilena y Bolivia abre la frontera para ellos. En el caso de Venezuela y Colombia, no ha habido respuesta de sus propios consulados. Venezuela, nada. A Colombia sí el 8 o 9 de de junio va a haber un vuelo. Y Perú ha abierto y cerrado fronteras”.
“Hemos visto afuera de la embajada en Providencia, pero también en el norte de Chile. En Arica desde el 16 de marzo están 1.500 personas varadas, en Iquique, Antofagasta… los países cerraron fronteras y eso genera un tapón”, afirmó.
Agregó que son “unas 10 mil personas que están esperando volver a sus países”.
“Mañana vamos a inaugurar un centro de acopio en Providencia, porque esta situación va a continuar”, aseveró.
Respecto a las realidades que se están viviendo, dijo que “los migrantes son personas, hay familias que no han abrazado a sus hijos, padres, hace años. Salieron con una esperanza y terminaron practicamente en la calle. Como Servicio Jesuita a Migrantes (pensamos que) hay que estar ahí, con los resguardos sanitarios obviamente… hay un grupo que alega por redes sociales, pero son personas con dignidad. Colaboremos para darles condiciones más dignas”.
“Ayer ocurrió algo muy bonito. El grupo de Bolivia se fue y eran 14 grupos, tenían una personera y me dijo ‘oiga Padre, hay gente que nos dio harta plata y se la queremos dejar porque hay gente que la va a necesitar y nosotros vamos a estar bien’. Eran 300 mil pesos. Ellos mismos consideran verse como personas y no como migrantes de distintas nacionalidades“, dijo.
Sobre los intercambios entre países dijo que si bien a Chile han vuelto más de 100 mil personas, “lo que sucede en otros países es que le cierran la puerta a sus propíos connacionales. Si el Gobierno dijera ‘no pueden entrar chilenos, quedaría la grande’…. Las personas no están pidiendo un favor, es un derecho poder entrar a tu país. Lo dijo la ONU, esta crisis sanitaria se está transformando en una crisis de DD.HH, quieren regresar a su país y no los dejan. Es vergonzoso”.