Luego de ocho meses de investigación, integrantes del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII) y el Consorcio Tecnológico en Biomedicina Clínico Molecular (BMRC) desarrollaron cuatro prototipos para la vacuna contra el coronavirus.
“Esperamos contar a lo menos con una formulación efectiva y segura para escalar a manufactura y posterior evaluación clínica. Es importante trabajar en base al mayor número de prototipos para lograr que, al menos, uno demuestre eficacia y seguridad”, expresó Alexis Kalergis, director del instituto, en diálogo con La Tercera.
Las labores científicas se realizaron en el laboratorio de la Universidad Católica y si bien los plazos para tener una solución son complejos de predecir, el profesional estipuló que este año podría terminar la etapa pre-clínica. “A partir del próximo año, hay que conseguir lo necesario para iniciar los primeros estudios clínicos en humanos”, dijo.
El científico, además, abordó los avances que ha tenido el proyecto ruso o de Oxford que ya empezaron la fase de producción. “Si alguna vacuna resultara exitosa y se licencia para su uso, no significa que se deben detener los esfuerzos en generar vacunas alternativas, pues este virus es nuevo y no podemos predecir su comportamiento. Existe siempre la posibilidad de que el virus pueda cambiar en el futuro y vacunas disponibles dejen de funcionar, y sea, por lo tanto, necesario utilizar estrategias diferentes para poder inducir inmunidad”, sintetizó.
El proyecto chileno se caracteriza por el uso de fragmentos de proteínas del “nuevo coronavirus” junto a otro tipo de sustancias, con la finalidad de evaluar la capacidad de activación del sistema inmune y generación de anticuerpos.