Con el 99,85% de las mesas escrutadas, el “Apruebo” ganó con 78,27% de respaldo, mientras que la opción de Convención Constitucional lo hizo con 78,99%.
Esto significa que una nueva Constitución deberá ser redactada por 155 personas elegidas especialmente para la instancia. Estos deberán ser votados el 11 de abril, en conjunto con la elección de gobernadores, alcaldes y concejales, a través del mismo distritaje que la Cámara de Diputados.
La composición de la convención será paritaria, por lo que podrá haber un máximo de 78 hombre o mujeres electos y, adicionalmente, habrá cupos especiales para los pueblos originarios.
La Convención tendrá un plazo de trabajo de 9 meses, el que será prorrogable por otros tres meses más para presentar una propuesta de nueva constitución.
Para llegar a un acuerdo y aprobar las normas se requerirá un quórum de dos tercios de los miembros, es decir, 103 votos, lo que obligará llegar a un acuerdo amplio para plasmar una regla en la nueva Carta Magna.
Cuando se presente el texto final, deberá ser sometido a otro plebiscito, uno de salida, en donde el voto será obligatorio. En caso de que los convencionales no logren consensuar un texto, su trabajo será desestimado y seguirá vigente la constitución de 1980.
Quienes se postulen a constituyentes deben ser chilenos mayores de 18 años o nacidos en el extranjero que son chilenos y nacionalizados. Cuando se termine el proceso no podrán postular a cargos públicos hasta un año después. Recibirán una retribución de 50 unidades tributarias mensuales (UTM), lo que equivale a $2,5 millones.