El último en ver al menor de tres años Tomás Bravo antes de desaparecer en el sector de Lebú, fue su tío abuelo. El adulto fue arrear unas vacas, lo dejó esperando y, cuando volvió, ya no estaba. Tras su desaparición, el hombre fue a visitar una tarotista.
Ella habló con Meganoticias, entregando detalles de qué le contó el familiar del pequeño, asegurando que era primera vez que él la visitaba. “Él llegó como cinco para las doce de la noche. Él llegó a tocar mi puerta un poco afligido. Él venía con dos personas más, un hombre y una mujer”, dijo. Ese hombre y mujer no eran ni la madre ni el padre ni la abuela de Tomás.
“Él me dijo que andaba en busca de un bebé que se le había perdido”, dijo la mujer al noticiario, que según las informaciones que han entregado los familiares, se perdió entre las 19:30 y 20:00 horas.
De acuerdo a esta testigo, ella “sorteó y vio” al niño y le explicó que “el bebé estaba donde lo había dejado, hacia atrás, que se veía enredado. Iba a costar, pero lo iban encontrar, ahora no aseguraba si estaba vivo o muerto”.
Advirtiéndole que esa noche estaba helado, el hombre aseguró que Tomás anda “arropadito”.