Con optimismo se muestra el vicepresidente del Consejo Constitucional, Aldo Valle, sobre el funcionamiento del órgano.
En entrevista con “La Mañana de Agricultura” dijo que todos los consejeros tienen “un perfil de responsabilidad cívica, política, que hace que incluso en aquellos que no podamos apreciar positivamente en el otro, actuamos con esa austeridad de ánimo, que se requiere cuando uno tiene la responsabilidad tan alta como esta“.
Además, el ex rector de la Universidad de Valparaíso es integrante de la comisión Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales. Una instancia con “nudos”, como dijo el líder de la comisión Germán Becker.
En esas trabas, Valle dijo que “siempre hay que darle oportunidades a la imaginación, hay que darle oportunidades a al esperanza. Sobre todo, generar esa recíproca confianza“.
“Buscar fórmulas a nadie dejen con la desconfianza o con la idea de que finalmente se impuso una decisión sin haber hecho la mediación, sin haber hecho la aproximación que era posible. Esas aproximaciones siempre son el resultado de una contribución lo más de buena fe, leal, respetuosa. Mientras no quememos esa etapa, yo voy a mantener esa posición optimista”, agregó.
En cuanto a la mayoría republicana que existe en el consejo que se esforzará en plasmar el derecho a elegir en el texto, el académico reflexionó que “siempre hay que hacer el esfuerzo de despejar, precisamente, los temores que ciertas fórmulas pueden generar, hablo indistintamente, para uno u otro sector”.
“Cómo compatibilizar que lo que quede en la Constitución no va impedir una concurrencia del sector privado en la satisfacción, en la prestación de derecho sociales, por ejemplo, que se va hacer conforme a los estándares que den eficacia que permitan tener incentivos… eso en la medida que podamos correr esa desconfianzas creo yo que vamos estar en condiciones de no tener tanto desacuerdo”, dijo.
En cuanto a la visión contraria, “tampoco pensar que la concurrencia del sector privado y de las legítimas demandas por libertad de opción y de elección, tratándose de los diversos sistemas para la satisfacción de derechos sociales, tampoco ir al punto de hacer que finalmente el Estado no logre la eficacia que se necesita en su rol de garantes de ciertos derechos sociales“.
“Cómo hacer compatible que por una parte hayan derechos sociales, es decir, una posibilidad de una relación no mercantil a la hora de satisfacer esos derechos, pero en una relación con el sector privado que no termine haciéndose irrelevante la acción del Estado”, agregó.