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Un aumento de la capacidad de atención de pacientes hospitalizados, de 19 a 25 cupos con una proyección de llegar a 27, implementó el Servicio de Pediatría del Hospital de Quilpué, para enfrentar el aumento de la demanda asistencial por enfermedades respiratorias, en el contexto de la Campaña Invierno.

Así lo dio a conocer la enfermera supervisora del área clínica, Marjorie Gómez, quien especificó que el Servicio cuenta con 19 cupos de manera regular para recibir pacientes pediátricos entre camas y cunas.

“Actualmente con el aumento de las enfermedades respiratorias aumentamos a 25 cupos con una proyección de llegar a 27”, habilitación que se pudo concretar anexando una de las salas del servicio de Neonatología.

Así también, se generó un aumento de la cantidad de funcionarios en el Servicio de Clínico, pasando de un cuarto turno de enfermería mas una enfermera clínica y supervisora, a tres cuartos turno de enfermería las 24 horas. Los funcionarios técnico paramédicos también aumentaron de tres a cinco tens por turno, lo que permite mejorar la atención de pacientes, especialmente de lactantes que requieren de cuidados mayores.

El Servicio de Pediatría aumentó, además, la atención de kinesiología, a dos profesionales en el turno de día, y un kinesiólogo de noche que también atiende Unidad de emergencia pediátrica, mientras que  pacientes que requieren continuar terapia de kinesiología y que cumplen criterios se han podido derivar a Hospitalización Domiciliaria, con el fin de terminar su tratamiento de hospitalización en domicilio.

Nuevos monitores neonatales

En plena Campaña Invierno, llegaron al establecimiento seis nuevos monitores neonatales que ya se encuentran operativos en el servicio de Neonatología del Hospital de Quilpué, equipamiento que permite mejorar la atención de recién nacidos que permanecen todo el tiempo monitorizados.

Se trata de seis monitores Nellcor, donados por la Universidad Andrés Bello en el contexto del Convenio Asistencial Docente que mantiene esta casa de estudios con el establecimiento de salud, y que permite medir frecuencia cardiaca y saturación que es lo que se necesita conocer las 24 horas del día por parte del equipo de salud.

Rayen Campillay, matrona supervisora del Servicio de Neonatología explicó que “su monitorización es fidedigna en torno a la frecuencia cardiaca y respiratoria del recién nacido. La recomendación es que cualquier paciente recién nacido hospitalizado esté monitorizado. Felices porque pudimos abrir una sala completa que no podía ser utilizada, y nos permite mayor trabajo en red”, expresó.

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