Pequeño Cottolengo
Pequeño Cottolengo
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Ya comenzó la temporada estival, y durante los meses de enero y febrero cientos de familias chilenas y turistas se preparan para disfrutar de las playas de nuestro país. Y los residentes del Pequeño Cottolengo también pueden disfrutar del verano con la familia que han formado en la fundación, quienes en su mayoría se encuentran en situación de abandono total.

Cada verano, alrededor de 150 residentes, incluyendo 27 niños menores de 18 años, tienen la posibilidad de disfrutar de una semana en su residencia en el Tabo, la cual se encuentra a tan solo 200 metros de la playa y está especialmente habilitada para los residentes, ofreciendo amplios espacios que satisfacen sus diversas necesidades, proporcionando incluso sillas de ruedas especiales para la arena, para aquellos con problemas de movilidad, permitiendo que todos disfruten plenamente del entorno.

La propiedad de Cottolengo, cuenta con 22 habitaciones diseñadas para acoger a aproximadamente 60 personas, por lo que los residentes se dividen en grupos que disfrutan de actividades festivas, comidas especiales, juegos y momentos relajados junto al mar durante su estadía, acompañados de auxiliares de trato directo y TENS. Además, se implementan medidas de seguridad, como la comunicación previa con centros de salud para alertar en caso de emergencia, el transporte de medicamentos y se establecen turnos nocturnos para cuidar de los residentes.

Rompiendo barreras y fomentando la inclusión

De acuerdo con cifras de la Encuesta de Discapacidad y Dependencia (ENDIDE) de 2022 y el III Estudio Nacional de la Discapacidad (ENDISC) de 2022, en Chile hay un total de 3.291.602 personas con discapacidad, de las cuales 587.709 son niños, niñas y adolescentes (14,7%) y de acuerdo al Informe Mundial sobre la Salud, las personas con discapacidad son el colectivo minoritario más grande del país, sin embargo, es frecuente ver que las instituciones no están completamente adaptadas para todas las personas, generando múltiples exclusiones.

Es fundamental destacar la relevancia de proporcionar este tipo de experiencias, a personas con discapacidad física e intelectual, severa y profunda, pues vacacionar en un entorno adaptado no solo proporciona beneficios físicos y emocionales, a través de acceso a la playa y la participación en actividades recreativas, sino que también contribuye a la inclusión social.

“Ofrecerles la oportunidad a nuestros residentes de disfrutar de unas vacaciones no solo les brinda momentos de alegría y diversión, sino que también contribuye a su desarrollo integral y bienestar emocional. Asimismo, creemos que la experiencia de compartir estos momentos junto a otros residentes y la comunidad en general fortalece los lazos sociales y promueve una mayor comprensión aceptación de las personas con discapacidad en la sociedad” señaló Cristian Glenz, director ejecutivo de Pequeño Cottolengo.

Consejos para disfrutar de un verano inclusivo:

  1. Respeto a las Zonas Adaptadas: Respeta las áreas designadas y adaptadas para personas con discapacidad en la playa y otros lugares. Estas zonas suelen contar con accesos especiales y equipamiento adaptado. Evita ocupar estos espacios y anima a otros a hacer lo mismo, garantizando que estén disponibles para quienes realmente las necesitan.
  • Ofrecer Asistencia con Sensibilidad: Si observas a alguien con discapacidad que pueda necesitar ayuda, ofrécele tu asistencia con respeto y sensibilidad. Pregunta antes de brindar ayuda y sigue las indicaciones de la persona. Asegúrate de ser consciente de las necesidades individuales y, en caso de duda, pregunta cómo puedes colaborar de la mejor manera.
  • Fomentar Actividades Inclusivas: Promueve las actividades inclusivas que permitan a personas con discapacidad disfrutar plenamente del verano, junto al resto de la comunidad. La inclusión en actividades promueve un sentido de comunidad y pertenencia.
  • Crear Ambientes Amigables: Contribuye a crear ambientes amigables y accesibles en la playa. Esto puede incluir reportar barreras arquitectónicas o falta de accesibilidad a las autoridades pertinentes. Fomenta la implementación de medidas inclusivas, como señalizaciones claras, rampas de acceso y personal capacitado para asistir a personas con discapacidad.
  • Fomentar la Educación Continua: Busca oportunidades para educarte continuamente sobre la diversidad funcional y cómo fomentar la inclusión. Participa en talleres, charlas o cursos que aborden temas relacionados con la discapacidad. Cuanto más informado estés, más efectivamente podrás contribuir a crear ambientes inclusivos en la playa y en la comunidad en general.

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