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Wang Manfu tiene 10 años y todos los días debe caminar cuatro kilómetros para llegar a su colegio en Zhaotong, China. Una zona rural que promedia los -10°C en esta época, razón por la cual el niño llega con el pelo congelado.

Pero esto no es todo, ya que sumado a esto, debe vivir con las risas de sus compañeros, que se burlan por llegar en ese estado.

“Llegó con su pelo y cejas completamente congeladas, desatando las risas de sus 16 compañeros”, relató al Fu Heng, el director de la escuela Zhuan Shan Ba.

Esta situación conmovió al docente, por lo que decidió subir su historia a redes sociales, donde lo apodaron “el niño copo de nieve”. “Amo la escuela. Nos dan pan y leche para el almuerzo, y aprendemos muchas cosas en la clase” dijo Wang Manfu

El niño vive con su abuela y su hermana mayor. Casi no ve a sus padres, que emigraron a otras ciudades para ayudar a su familia y escapar de la pobreza.

Desde el mismo colegio compartieron otra imagen de las manos congeladas de un segundo estudiante, buscando así visibilidad para conseguir calefacción para los menores.

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