Este martes la Premier League aprobó la compra del Chelsea por parte del consorcio liderado por el magnate estadounidense Todd Boehly.
La operación aún está sujeta a que el Gobierno británico apruebe, a través de una licencia especial, la venta del club. Esto porque aún persisten las sanciones impuestas al aún dueño de los blues, Roman Abramovich.
Actualmente el Chelsea opera con una licencia especial, la cual vence el próximo 31 de mayo. Esto le permite al elenco londinense realizar ciertas operaciones, como recibir dinero por derechos televisivos o vender entradas para algunos partidos. Aunque necesitará una ampliación especial para concretar la venta a Boehly.
Boehly y su consorcio pasaron el test de dueños y presidentes. De ahora en adelante, los blues trabajarán con las autoridades competentes para asegurar que transacción pueda llevarse a cabo.
Una vez que el Bobierno británico apruebe la venta y se complete la operación, el Chelsea podrá operar de forma normal. Es decir, podrá reabrir la tienda del club, podrá renovar, comprar y vender jugadores, y también podrá vender entradas para los partidos en las diferencias competencias en las que juegue (Premier League, FA Cup, Champions League).
El consorcio liderado por el multimillonario Boehly pagará unos 4.250 millones de libras (4.970 millones de euros) para hacerse con el club que desde el 2003 ha estado bajo el mandato de Abramovich.