Agricultura
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Juan Pablo Matte, secretario general de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), se refirió a las normas aprobadas por la Convención Constitucional, incorporadas en el informe de reemplazo de la Comisión de Medio Ambiente.

Particularmente, los convencionales respaldaron la propuesta que indica que “son bienes comunes naturales el mar territorial y su fondo marino; las playas; las aguas, glaciares y humedales; los campos geotérmicos; el aire y la atmósfera; la alta montaña, las áreas protegidas y los bosques nativos; el subsuelo, y los demás que declaren la Constitución y la ley”.

“Entre estos bienes, son inapropiables el agua en todos sus estados y el aire; los reconocidos por el derecho internacional; y los que la Constitución o las leyes declaren como tales”, complementa el segundo inciso de la norma.

En esta misma línea, se señala que “el Estado deberá preservar, conservar y, en el caso que sea necesario, restaurar los bienes comunes naturales que sean inapropiables”.

Otro punto importante aprobado, es que “el Estado podrá otorgar autorizaciones administrativas para el uso de los bienes comunes naturales inapropiables, conforme a la ley, de manera temporal”, las que “no generan derecho de propiedad”.

Al respecto, el secretario general de la SNA afirmó que alrededor de 6 millones de chilenos que dependen de la agricultura se verán afectados, y que se trata de un “borrón completo respecto a la normativa que hoy rige al sector agrícola”.

En entrevista con José Francisco Lagos para el programa “Llegó la Hora”, Juan Pablo Matte señaló que “yo creo que efectivamente llegó la hora de que la gente, los ciudadanos se informen de lo que está ocurriendo en la Convención Constitucional”.

“Esta Convención que como bien sabemos partió con una tremenda aprobación, más del 80% de la gente que fue a votar en ese plebiscito aprobó este camino constitucional para una nueva Constitución, pero yo honestamente creo que hay muchos viudos, porque desafortunadamente las normas, ya van 249 normas aprobadas en el Pleno y quiero ser súper preciso y directo, hay muchas que claramente, yo estoy convencido, que no son las que Chile, la ciudadanía quería o esperaba”, comentó.

“Porque no conducen a resolver los problemas reales, los que la ciudadanía pedía y añoraba, así que dentro de esas están por supuesto normas que nos afectan directamente”, especialmente al sector agrícola.

En este sentido, aseguró que existen “algunos artículos que justamente pretenden derogar totalmente el nuevo Código de Aguas, que luego de 11 años de discusión en el Parlamento, con mucha pasión a ratos, pero mucha información, la presencia de muchos académicos, gente especializada, por supuesto (…) se llegó a un consenso en este nuevo Código de Aguas y esta comisión pretende extinguirlo, derogarlo al 100%, entonces hay un borrón completo respecto de la normativa que hoy día rige al sector agrícola y en general a todos quienes tienen derecho de aprovechamiento de agua”.

“Ayer se discutió esto y la verdad es que se ha instalado un concepto que se denomina los Bienes Comunes Naturales y dentro de ellos hay Bienes Comunes Naturales inapropiables, como es el agua y el aire (….) y acá hay un error, porque el agua está desde la época del Código Civil de Andrés Bello, está como un bien nacional de uso público, definido en el Código Civil y como tal, como cualquier bien nacional de uso público es inapropiable, el agua como tal, como bien físico. Y lo que estamos conversando, lo que estamos hablando, es del derecho de aprovechamiento de las aguas”, planteó.

“Entonces hay ahí, a mí juicio, una suerte de trampa, porque se habla entonces de estos bienes comunes naturales inapropiables como el agua, que ya lo están, sin embargo, a reglón seguido -también ayer se aprueba- que la única posibilidad que los distintos usuarios, agricultoras, minería e industrias puedan usar el agua, va a ser única y exclusivamente a través de un permiso (…) que es lo más precario que tú puedes tener”, criticó Matte.

Según el secretario general de la SNA, “eso genera un riesgo enorme, que para el sector agrícola tiene necesariamente una mirada de mediano a largo plazo, es realmente un desaste, es una cuestión que genera una incertidumbre espantosa”.

“Tenemos la incertidumbre física de la disponibilidad de agua y ahora se suma una enorme incertidumbre jurídica respecto de los derechos de aprovechamiento de agua que va a ser solamente un permiso para regar”, sostuvo.

Finalmente, aseguró que “el impacto es enorme, en la agricultura trabajan directa o indirectamente alrededor de un millón y medio de personas (…) estamos hablando de 6 millones de chilenos que dependen de la agricultura (hablando de los trabajadores y sus familias) y que se van a ver gravemente afectados”.

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