Temperatura sobre los 35° / Referencial
Temperatura sobre los 35° / Referencial
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Un ambiente inadecuado puede afectar el rendimiento físico y mental de las personas, porque exige al organismo adaptarse al ‘estrés térmico o calórico’, es decir, la carga de calor que acumulan los trabajadores en su cuerpo ante el aumento de la temperatura.

Según un informe elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), llamado “Trabajar en un planeta más caliente: el impacto del estrés térmico en la productividad laboral”, se proyecta que para el año 2030 el estrés térmico provoque la pérdida del 2,2% de las horas de trabajo.

Ante este escenario, Isaías Sharon, CEO & Founder de Innzpira, sostiene que “las temperaturas extremas, así como el cansancio, el agotamiento constante, la deshidratación o la falta de sueño, son elementos biológicos que afectan nuestro rendimiento en diferentes ámbitos y, por cierto, también en el laboral”.

En tanto, Carlos Cáceres, presidente de la junta directiva de la Universidad Bolivariana, plantea que “el alza de las temperaturas no solo afecta al medio ambiente, pues las personas también estamos siendo impactados de manera alarmante”.

Frente a esto, el representante de la UB plantea la importancia de implementar medidas de adaptación y mitigación en los lugares de trabajo para contrarrestar el impacto del estrés térmico y garantizar un ambiente laboral seguro y saludable. La primera acción concreta propone, es “asegurar que los entornos laborales cuenten con sistemas de ventilación eficientes, control de la temperatura y acceso a sombra para reducir la exposición directa al calor”.

Recomendaciones de los expertos ante el incremento de la temperatura

Misma recomendación que entrega Sharon: “Hacer pausas y estar en entornos que permitan una temperatura adecuada para nuestro óptimo funcionamiento y autocuidado se vuelve esencial si lo que queremos es mantener nuestra productividad, mantenernos enfocados y también cuidar la salud”.

Por otra parte, Cáceres considera que también es importante “educar a los trabajadores sobre los riesgos del estrés térmico, los síntomas asociados y las medidas preventivas que deben tomar. Esto incluiría pautas para mantenerse hidratados, reconocer signos de fatiga y ajustar las prácticas laborales en condiciones de calor extremo”.

Asimismo, para aquellos grupos laborales que son más vulnerables al estrés térmico, es clave “considerar la posibilidad de ajustar los horarios de trabajo para evitar las horas más calurosas del día. Promover turnos flexibles o jornadas escalonadas podría ayudar a minimizar la exposición al calor”, sostiene Cáceres.

“En esta temporada de altas temperaturas, es necesario tomar estos resguardos, tanto las empresas como también los trabajadores, para poder mantener sus niveles de efectividad y también evitar problemas ligados a la salud”, puntualiza Sharon.

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