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    El “efecto avestruz”, una metáfora que describe la tendencia de algunas personas a evadir información negativa sobre su situación financiera, es un fenómeno que afecta a muchos chilenos, según revela el reciente Informe de Endeudamiento 2023 presentado por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). El estudio, muestra que la mediana de la deuda entre los chilenos supera los $2 millones, lo que refleja una preocupante realidad en términos de endeudamiento.

   A pesar de que es un mito, es común escuchar que las avestruces entierran sus cabezas en la arena cuando enfrentan un riesgo inminente; este es el origen del término “efecto avestruz”. Según Benjamín Jordan, abogado y director de expertosendeudas.cl, esto  se manifiesta cuando las personas endeudadas no comparten su situación con su entorno cercano, lo que puede llevar a decisiones financieras irresponsables.

  “Esta falta de comunicación, según una investigación de la Universidad de Southampton, de Inglaterra, puede tener serias repercusiones en la salud mental, ya que las personas con deudas tienen tres veces más probabilidades de tener problemas de salud mental que las que no están endeudadas”, explicó el Jordan.

  Un informe de la CMF destaca que uno de cada cinco deudores dedica más del 50% de sus ingresos mensuales al pago de deudas, lo que evidencia la necesidad de abordar el problema del sobreendeudamiento de manera urgente.

  En ese contexto, Cristián Lecaros, CEO de Inversión Fácil, distingue entre deudas buenas y deudas malas. “Las deudas buenas son aquellas en las que hay un activo real detrás. Por ejemplo, tengo una propiedad y la puedo arrendar, me genera un ingreso. También puede endeudarse con un banco para estudiar en otro país y, al regreso, a través de esa educación o esa preparación de capital humano, pueda tener un mayor ingreso, mejores perspectivas profesionales y pueda pagar esa deuda asociada a ese crédito estudiantil”.

  En términos simples, explica que “la deuda buena se asocia a un activo real detrás y una deuda mala a un pasivo detrás”. Entonces, sostiene que “el secreto es poder construir la mayor cantidad de activos posibles a través de un endeudamiento responsable, a través de deudas buenas”.

¿Qué pasa si esa persona no tiene la capacidad para poder ir pagando sus deudas?

    Lecaros sostiene que “lo lógico sería vender los activos que tiene la persona endeudada. Si tiene un auto o alguna propiedad, lo ideal es que lo venda para, con ese diferencial que le queda entre la deuda y lo que vale, poder prepagar sus deudas de corto plazo”. Aunque también existen otras alternativas como “refinanciar la propiedad donde vive o propiedad que tenga en inversión, donde el banco le puede permitir pasar un capital llamado crédito de fines generales, donde con ese capital puede prepagar las deudas que tenga en tarjetas de crédito, tarjetas de consumo, entre otras”.

   “Por eso es tan importante que todas las personas hagan un presupuesto personal y familiar para saber en qué etapa está su nivel de endeudamiento, su flujo caja, sus propiedades, su patrimonio, su egreso, y obviamente eliminar los gastos que son, tal vez, caprichos de deseo y no necesidades reales como el agua, luz, gas, teléfono, dividendo, arriendo, colegios, etc”, añadió el CEO de Inversión Fácil.

   El “efecto avestruz” es un fenómeno que puede tener graves consecuencias en la vida financiera y la salud mental de las personas, por lo que es necesario tomar medidas para evitar caer en este sesgo y prevenir el sobreendeudamiento.

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