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La inestabilidad de Universidad de Chile le sigue afectando. Nuevamente no supo administrar su ventaja e igualó a un gol frente a Audax Italiano por el Campeonato Nacional. 

Tras el compromiso, se vio al entrenador Alfredo Arias abatido y cabizbajo. Sin embargo, aseguró que no va a renunciar y no hablará de especulaciones sobre su futuro en el Romántico Viajero. “No puedo estar loco de la risa. Conjeturas no haré”, enfatizó.

“La responsabilidad es toda mía. Los jugadores lo dieron todo, hicieron un duelo digno”, expresó escuetamente el adiestrador charrúa, quien señaló también que respeta a la hinchada estudiantil tras las pifias al finalizar el encuentro. “Tienen el derecho, pero no pifien a sus jugadores que hicieron un gran esfuerzo”, agregó.

El uruguayo se refirió al compromiso y manifestó afectado: “Terminó en empate porque el partido se dio así. Jugamos con un rival fuerte y los jugadores hicieron un partido competitivo. No admitimos chances de gol por parte de ellos, hubo pelotas en los palos y alguna mala suerte. Eso puede explicar todo”.

“Los números nos condenan a raíz de los primeros resultados, donde nos metimos en el problema. Sabíamos que los rivales después del receso eran duros. Tuvimos ganancias y chances, pero todo lo que diga, será usado en mi contra”, complementó.

Arias confesó que este no es el mayor fracaso de su vida: “Saco fuerzas de donde lo tiene que sacar un padre de familia o hijo. Nadie me regaló nada y puedo mirarlos de frente porque todo lo he conseguido ha sido con mis hombros y trabajo”.

ATON Chile

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