El inicio de año para Nicolás Castillo fue muy complejo. En enero fue intervenido de una lesión en el recto femoral de la pierna derecha, pero con el paso de los días sufrió una trombosis que le produjo varias complicaciones de salud, incluso un profundo sangramiento.
En diálogo con el Instagram de Cruzados, el delantero del Club América detalló los difíciles días que vivió tras la operación. “No estaba bien en lo físico, no daba más. Era pasar cuatro meses o esperar a que se regenerara solo. Después de eso salió todo, terminó la operación y no me acuerdo mucho, estaba en el post operatorio, y en ese momento me empezó a dar la trombosis. No sentía la pierna, o sentía que me iba explotar. Trataba de mover el tobillo y no podía, me durmieron al tiro. Una doctora, que me salvó la vida, sacó a todos de la pieza y me dijo hay que operar de nuevo. Ya después no recuerdo más”, expresó.
El oriundo de Renca siguió con su relato y reveló el momento más complejo, por el que incluso temió por su vida. “Estaba muerto, no me acuerdo de nada. Tengo una cicatriz de 20 puntos en la ingle. Dormía, comía, dormía, comía. Estaba con oxígeno, me vino un nuevo sangrado y me operan por tercera vez. Después me quise mover un poquito, estaba tieso, súper incómodo. Hago un movimiento para tratar de levantarme y me vuelve a sangrar de la nada. Ahí fue donde la vi negra”, sostuvo.
“Iba perdiendo sangre en un trayecto que te puedes demorar 40 minutos por el tráfico. En un momento vi todo blanco, perdí casi tres litros de sangre. Ahí fue cuando el club pidió donantes de sangre, me lo contaron. Esa fue la cuarta vez que me abrieron la cicatriz, me pincharon por todos lados… Lloraba por todo, me salvaron la vida. Estar en una camilla ya era un avance. Tenía mi pierna y lo demás no me importaba“, complementó el atacante.