Este 2 de julio se cumplen tres años desde que la Roja estuvo a punto de rozar la gloria en la Copa Confederaciones. La selección chilena cayó por 1-0 ante Alemania en la final del certamen que se disputó en Rusia.
Dicho compromiso tuvo de todo: errores, discusiones y una profunda tristeza, ya que el “Equipo de Todos” tuvo todo para poder ganar el certamen previo a la Copa del Mundo de 2018 a la que no clasificó.
Uno de los puntos que fueron claves para que la escuadra nacional perdiera ese cotejo, fue el grosero error del volante Marcelo Díaz, quien erró el balón en la última línea ante la marca Timo Werner, quien robó el balón y se la cedió a Lars Stindl, quien con arco prácticamente vació decretó el 1-0 en los 20’.
A pesar del “balde de agua fría”, la Roja no decayó y mantuvo su presión, buscando poder igualar las cosas. Ya en el segundo tiempo, específicamente en los 59’, una jugada sin trascendencia, donde el balón se fue saque de portería, el mediocampista teutón Joshua Kimmich empujó al portero Claudio Bravo cuando iba a la pelota y desató la furia de Arturo Vidal, quien era su compañero en Bayern Munich.
El “King” lo encaró y se generó una bataola innecesaria, que, en ese momento, la ansiedad de los jugadores nacionales provocó esta discusión, que le significó amarilla para ambos futbolistas.
Cerca del final las cosas estuvieron a punto de cambiar, el delantero Ángelo Sagal, tuvo para marcar, pero envió a las nubes el balón, que posteriormente el juez del compromiso pitó el término del cotejo y proclamó campeones a Alemania.
De esta manera, la Roja perdió su primera final en tres años, ya que ganó las Copas América de 2015 y 2016 (Centenario), cerrando así uno de los procesos más importantes de la selección chilena.