María Belén Carvajal es parte de la historia grande de la Primera B. Con 37 años, se convirtió en la primera árbitra que dirige en la categoría y lo hizo con un buen desempeño en la victoria 2-1 de Deportes Copiapó sobre Deportes Melipilla: cobró dos penales y mostró siete tarjetas amarillas.
“Me lo tomo con mucha alegría, satisfacción por el partido. Obviamente uno está en el centro de la cancha, pero tengo el apoyo de mis compañeros. Es un trabajo completamente en equipo”, sostuvo la jueza en diálogo con Deportes en Agricultura.
La profesional, además, detalló algunos aspectos del progreso que ha tenido a lo largo de su carrera y el principal “incentivo” para entrar al mundo del fútbol. “No sé si era una opción o nunca lo pensé que llegaría tan lejos, siempre he pensado cuando estaba en la universidad los fines de semana tener un trabajito extra, pero jamás fue pensado decir dónde estoy. Jamás fue mi propósito, se están dando algunas cosas que estaba trabajando. Siempre fui deportista, mi tata me incentivó el fútbol“, expresó.
Carvajal también resaltó la importancia de la familia en su desarrollo profesional. “Mi familia siempre me ha apoyado, nunca dimensionaron a dónde podía llegar. Es raro que te digan que eres árbitra. El apoyo siempre ha estado, el tema familiar siempre es importante“, sostuvo.
Cerca del final del diálogo, contó el trato que tiene con los jugadores. “Me dicen Belén, María Belén, profe, María… Obviamente siempre te van a buscar en las redes sociales, te investigan quién te arbitra, pero no me incomoda. Siempre lo importante es el tono“, sentenció.