No cabe duda que Carlos Caszely es un ídolo en Colo-Colo. El ex futbolista dejó un amplio legado en el cacique, donde aún ostenta el récord de ser el jugador con más goles con la camiseta del cacique, con 208 goles. Además, de participar de una final de Copa Libertadores (1973).
En ese sentido, el máximo goleador albo, en diálogo con Las Últimas Noticias sostuvo que le gustaría un homenaje en vida y nombrar una tribuna del Monumental con su nombre.
“Siempre he dicho que los homenajes hay que hacerlos en vida y creo que el Estadio Monumental debe llevar el nombre de David Arellano y me gustaría al menos que la Tribuna Cordillera llevara mi nombre”, comentó el Chino.
Además, sostuvo que quiere esa tribuna “porque cuando llegó la oferta de Levante y yo no me quería ir, el que me convenció fue don Héctor Gálvez, el presidente. ‘Carlos debemos aceptar esa oferta porque con la plata que nos llegue podemos construir la Tribuna Cordillera del estadio’. Eso me convenció de aceptar la oferta, así que creo que merezco que le pongan mi nombre a esa tribuna”.
Por otro lado, dijo ser un referente de los albos, incluso por encima de otros nombres considerados como símbolos del cacique.
“Creo que soy un ídolo de Colo-Colo más importante que otros que ha tenido el club como ‘Cua Cuá’ Hormázabal, Barticciotto o Paredes”, comentó.
Caszely tiene esta creencia “por una cosa que me dijo un hincha de la U en el funeral de Leonel: ‘El es para nosotros lo que usted es para Colo-Colo. Leonel es el ídolo más grande de la U, sin duda. Más que Marcelo Salas, que Superman. Es un ídolo de otro nivel”.
La tristeza de Caszely por la partida de su esposa
En otro tema, el ex seleccionado chileno se refirió al triste fallecimiento de su esposa María de los Angeles, donde destacó el acompañamiento que ha tenido de la gente en este momento.
“Es algo increíble y que lo agradezco. Pero de repente como que no lo asumo. En estos días, mucha gente se me acerca, me da una palmadita en la espalda, me toca bocinazos y yo como que no entiendo”, comentó.
“Hay un cariño inmenso, verdadero. Como que me quieren dar fuerzas y lo agradezco, aunque yo para ser sincero no estoy aún para creer lo que me dicen”, agregó.
De la misma forma, añadió que “me dicen que esto va a pasar, que voy a salir adelante. Hoy no me lo creo aunque sé que pasará en algún momento. Me dicen ‘dale tiempo al tiempo’ y no saben que justamente estoy en el tiempo del dolor”.
Finalmente, confesó que “me despierto y me apena que no esté conmigo. Entonces me voy a la terraza, prendo un cigarro y me tomo un café. Y lloro, porque no puedo creer que ya no esté. Es el sufrimiento más grande que he vivido. En la noche lo mismo. A la terraza, pienso y recuerdo”.