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Al momento de repasar los grandes delanteros del fútbol mundial en la década de los 2000, el francés Thierry Henry sin dudas asoma como uno de los más talentosos. Rápido, habilidoso y letal de cara al gol, “Tití” es recordado por los hinchas de Arsenal como una leyenda viva, mientras que en Barcelona tuvo un paso inolvidable tras ganar absolutamente todo junto a Lionel Messi y y Pep Guardiola.

Sin embargo, en los últimos días Henry hizo noticia por una entrevista que dio para el podcast The Diary of a CEO, donde abrió su corazón y contó detalles que sorprendieron a todos los fanáticos del fútbol: el gran Tití no era feliz jugando fútbol.

“Mentí durante mucho tiempo porque la sociedad no estaba preparada para escucharme. A lo largo de mi carrera, pasé por períodos de depresión. Soy la persona que soy por esos momentos. De joven, no recibí mucho amor y cariño. Tenía que ser fuerte y duro. No sabía cómo hablar los problemas ni pedir ayuda“, señaló el campeón del mundo con Francia en 1998.

Sobre su infancia, el francés expresó que “la primera vez que mi padre me abrazó, dijo: ‘Este bebé será un gran jugador de fútbol’. A partir de ahí, fui programado para el éxito. Mi padre tomó el control total de mi cuerpo. Nunca fui feliz cuando hacía goles. Siempre buscaba complacer a mis compañeros, a los fans y a todos porque crecí queriendo complacerlo a él“.

“En la pandemia, no pude ver a mis hijos durante un año. Fue duro. Me tuvo que pasar algo así para entender mi vulnerabilidad. Lloraba casi todos los días sin motivos. Se me salían las lágrimas. Era el joven Thierry el que lloraba por todo lo que no consiguió”, sostuvo la leyenda del Arsenal.

Lo sabía antes, pero me estaba mintiendo a mí mismo. Tendemos a correr en lugar de afrontar nuestros problemas, eso es lo que hacemos todo el tiempo. Intentamos mantenernos ocupados, intentamos evitar el problema o no pensar en él”, sentenció.

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