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Bolavip
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La noticia cayó como bomba en el Monumental. Cuando todos pensaban que las negociaciones por Marcelo Moreno Martins corrían con viento a favor en dirección hacia Macul, el comunicado de Cruzeiro anunciando que el delantero boliviano permanecería en Belo Horizonte hasta el final del campeonato sorprendió a todos. Desde Gustavo Quinteros, el principal interesado en que llegara el seleccionado altiplánico, hasta los más altos dirigentes de Blanco y Negro, que pensaban que en los próximos días podían tener incluso al goleador entrenando con el plantel.

Desde que el lunes se supo que el directorio de la concesionaria aprobó la llegada de Moreno Martins, nadie dudaba en el Monumental que el fichaje tendria un final feliz. Incluso alunos se atrevían a aventurar que antes de que terminara esta semana ya todo estaría sellado. Pero lo cierto es que nunca estuvieron tan cerca de sellar el acuerdo con Cruzeiro ni tampoco se habían cerrado siquiera los números con el futbolista y sus representantes.

La estrategia de negociación fue la misma que se utilizó anteriormente con Fabricio Formiliano, que finalmente no llegó, y Emiliano Amor, negociación que se dilató más de lo pensado y que se terminó cerrando luego de que Blanco y Negro abonara un dinero a Vélez Sarsfield. Es decir, intentar llegar a un acuerdo con el futbolista y a partir de ahí presionar al club dueño de la ficha, en este caso Cruzeiro, para intentar sacarlo a bajo costo o derechamente gratis.

Sin embargo, al igual como en los casos anteriores, la contraparte nunca se movió de su postura inicial. Y aquello, en el caso de Moreno Martins, complicó las cosas porque se dilató más de la cuenta el llamado hacia Belo Horizonte. Al punto de que entremedio se involucró el nuevo entrenador de Cruzeiro, el afamado Vanderlei Luxemburgo, y convenció al jugador boliviano de que permaneciera en el equipo para intentar la salvación.

“La verdad es que pasaron algunas cosas extrañas en las últimas horas. Con el correr del tiempo nos fuimos enterando que lo que ganaba Moreno Martins era más de lo que nos habían dicho en un principio. Al final, creemos que utilizaron el nombre de Colo Colo para incluso mejorar sus condiciones econónimas”, apuntan desde el Monumental, argumentando que aquí no hubo negligencia de la dirigencia en la caida del pase del artillero.

Pese a lo que se podía imaginar, Gustavo Quinteros no se molestó al conocer la noticia. A diferencia de lo que sucedió con Martín Rodríguez, donde sí apuntó directamente a los cabecillas de la negociación con el volante como los responsables de su partida a mitad de año, ahora entendió los motivos que le explicaron desde la dirigencia.

Habrá que ver ahora qué sucede con la búsqueda de un reemplazante de Blandi. El técnico siempre apuntó a Moreno Martins como el hombre idóneo. Blanco y Negro deberá salir a buscar otro nombre. ¿Repetirá otra vez la fórmula de negociación o cambiará la estrategia? A la luz de los resultados, algo tendrá que operar distinto la dirección deportiva. Para no perder tiempo, que justamente no le sobra a Colo Colo.

 

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