La Supercopa de Italia vivió un final de infarto. Cuando todo indicaba que el campeonato se definiría desde los doce pasos, Alexis Sánchez marcó el gol del título para el Inter a falta de un minuto para el término del partido.
Previo al tanto del Niño Maravilla, Leonardo Bonucci se encontraba esperando para entrar de cara a la tanda de penales. El defensor le pidió a sus compañeros que lanzaran la pelota fuera de la cancha para que se efectuara el cambio. Sin embargo, ninguno pudo hacerlo y finalmente la jugada terminó en el gol del chileno. Esto provocó la furia del italiano, quien se encaró con el delegado de campo del Inter, Cristiano Mozzillo.