Tras ser deportado de Australia y perderse el primer Grand Slam de la temporada, Novak Djokovic recibió otra mala noticia. Esto, porque el gobierno francés advirtió que todos los competidores de Roland Garros deberán contar con su esquema de vacunación completo.
El gobierno que hace algunos días aseguró que el número uno del mundo podría participar en el torneo aunque no estuviera vacunado, echó pie atrás luego que el Parlamento aprobara el proyecto de ley que impondrá un certificado de vacunación para muchas actividades sociales, entre ellas, los espectáculos deportivos.
La ministra de Deportes de Francia, Roxana Maracineanu, utilizó su cuenta de Twitter para adelantar que “desde que se promulgue la ley, será obligatorio para entrar en los espacios ya sometidos al pasaporte sanitario (estadios, teatros o salones) para el conjunto de espectadores, de los practicantes, de los profesionales, franceses o extranjeros”.
El pasado 7 de enero, la autoridad había adelantado que Djokovic podría jugar en Roland Garros pese a su negativa a vacunarse, argumentando que Francia aplicaría una excepción a la obligatoriedad del certificado de vacunación a los deportistas que compitieran en torneos internacionales para asistir incluso sin estar inoculados.
Sin embargo, la nueva normativa debería entrar en vigor a fines de esta semana. Así, el proyecto de ley impondrá la exigencia de un certificado sanitario para ingresar a un bar o restaurante, para ir al cine, a un espectáculo, a un estadio o para utilizar transportes públicos (autobuses, trenes, aviones o barcos) de larga distancia.
De esta forma, Novak Djokovic no podrá jugar en Roland Garros (programado entre finales de mayo y comienzos de junio) salvo que decida vacunarse.