Este martes se cumplen 14 años de la llegada de Marcelo Bielsa a la banca de la Selección de Chilena. Un hecho que cambió el fútbol chileno e inició el camino de los éxitos de la Generación Dorada.
Era viernes por la mañana. El foco del fútbol chileno estaba puesto en la decisión que tomaban, a puertas cerradas, los dirigentes de la ANFP en Quilín, la cual definía al nuevo técnico de la Selección Chilena que iba a enfrentar el camino rumbo al Mundial de Sudáfrica 2010.
Un joven Harold Mayne-Nicholls, presidente de la asociación, salía a enfrentar la expectación con una decisión tomada. La prensa encendía los micrófonos y ajustaba los lentes de las cámaras para interrumpir la programación y escuchar la decisión. El argentino Marcelo Bielsa era elegido como nuevo entrenador de la selección chilena.
“Dos directores de esta corporación están en Argentina y ya han firmado con él el contrato respectivo”, comentó Mayne-Nicholls en conferencia de prensa. Además, agregó: “Tenemos una satisfacción muy grande, porque se trata de una persona muy valorizada en el fútbol mundial. Nos llena de mucha alegría por su decisión”.
Desde ahí, el fútbol chileno se revolucionó. Pero no solo dentro de la cancha, sino que todo lo que lo rodea. Las conferencias de prensa programadas, el hermetismo y la “remodelación” de Juan Pinto Durán transformándolo en un búnker, fueron algunas de las primeras medidas que tomó el Loco al mando de La Roja. Un entrenador que venía precedido de una gran trayectoria, donde el momento que más destacado fue la medalla de oro conseguida con la Selección de Argentina en los JJ.OO de Atenas 2004.
El debut del Loco y el Mundial
Luego de la confirmación como entrenador, el debut de Marcelo Bielsa en la banca de La Roja fue en un partido amistoso ante Suiza un mes después de su anuncio. El equipo chileno cayó por 2 a 1, aunque días después se reivindicó con un triunfo ante Austria por 2 a 0 en Viena.
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Ese fue el comienzo de una era donde se revolucionó el fútbol nacional. De hecho, llegó con la meta de clasificar, luego de 12 años, a una copa del mundo, tras las frustrantes eliminaciones de Corea y Japón 2002 y Alemania 2006. Logro que alcanzó Bielsa el 10 de octubre de 2009, cuando venció a Colombia, como visitante, por 4 a 2.
Además, esta clasificación al mundial africano fue con un estilo de juego particular. La explotación de una materia prima de jugadores que dio sus primeros pasos en el Mundial Sub-20 de Canadá, combinado con el estilo intenso, vertical y metódico del Loco, atrajo la miradas del mundo.
El triste final
Pero un día llego el fin. En el mismo escenario donde comenzó todo, llegó el fin de una era. Habían pasado tres años y tres meses y el escenario era el mismo. La sede de la ANFP volvía a ser invadida por los periodistas y medios de comunicación. Bielsa, en la previa de las elecciones por la presidencia del ente rector del fútbol chileno, tomó postura. “No puedo, ni voy a trabajar en común con el señor Segovia, es imposible que yo lo haga”, declaró el rosarino en conferencia de prensa, donde además respaldó a Mayne-Nicholls.
Sin embargo, luego del cambio de postura de algunos dirigentes de clubes chilenos, fue electo Jorge Segovia, quien después dejaría su puesto a Sergio Jadue, debido al incumplimiento de un artículo del reglamento de la ANFP. Pero Bielsa, ya tenía una decisión tomada: no seguir en la banca de La Roja.
De esta forma, el 17 de noviembre de 2010, en el Estadio Nacional, el rosarino dirigió su último partido. Fue victoria sobre Uruguay por 2 a 0 con goles de Alexis Sánchez y Arturo Vidal.
En ese encuentro los hinchas de La Roja, en la previa, le rindieron un homenaje al Loco, saliendo a la cancha con una bandera gigante con la leyenda: “Don Marcelo Bielsa, Chile le agradece”, a lo que se sumó la masa de hinchas que estaban en las gradas coreando el nombre del argentino.
Finalmente, en febrero de 2011 se consuma la despedida de Marcelo Biela de nuestro país. El entrenador citó a una conferencia de prensa, donde entre lágrimas leyó la carta de despedida, la cual impactó a todo un país. Ese fue el fin de una era, que dio inicio a la época más exitosa de La Roja.
Marcelo Bielsa dirigió 51 partidos con la selección chilena, donde ganó 28, empató 8 y perdió 15. Además, una de las distinciones del Loco con La Roja fue la clasificación, tras 12 años, a la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010.