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A medida que pasa el tiempo, y ya transcurrido varios meses de la vigencia de la ley 21.015, se comienzan a vislumbrar algunos obstáculos que enfrentan las empresas para una efectiva contratación de personas con discapacidad. Y una de las principales, de acuerdo a lo que vemos desde la Red de Empresas Inclusivas, SOFOFA-OIT, es la importancia de una buena intermediación laboral o mejor dicho, procesos efectivos de contratación, en donde por una parte el perfil de cargo, las adecuaciones y accesibilidad son vitales para una efectiva integración; pero también está el tema dentro de la empresa.

¿Está preparada la empresa para transformarse en una empresa inclusiva? ¿Están todos los colaboradores al tanto de esta nueva etapa que la empresa estaría próxima a abordar? ¿Está ese supervisor o jefe de área, realmente empoderado con el tema discapacidad?, ¿Sabe cómo tratar a una persona ciega, sorda o alguien con cualquier otro tipo de discapacidad?

La alta gerencia debería estar totalmente involucrada y de hecho debe ser una decisión tomada desde la alta gerencia o el directorio, Lo digo porque ya hemos comprobado que en los casos que eso no sucede, la probabilidad de que este proceso no termine bien es muy alto. El análisis de puesto de trabajo es una herramienta fundamental en este proceso, así como también es vital el empoderamiento de parte de todos los involucrados.

Desde el otro ángulo, el de las personas con discapacidad, también nos encontramos con dificultades, y esas sí que son complejas y se relacionan con las capacidades, con la educación. Tremendo tema, sumamente complejo de abordar. Ya tenemos enormes brechas dentro de la educación pública para todos, ni imaginar los índices que tendríamos para el grupo que, no ha tenido acceso alguno a una educación. No acostumbro a entregar cifras ni porcentajes. Es tan lamentable y triste esa realidad que a veces prefiero obviarla.

Pero, ahí está la convicción, el desafío de empresarios que deciden enfrentar una realidad y dejar de lado las barreras y las dificultades, resolviendo con decisión la importancia de la integración e inclusión laboral de personas con discapacidad, cueste lo que cueste.

Nuestra experiencia nos reafirma que, cuando se logra una contratación, cuando vemos a esa familia, a esos jóvenes, hombres y mujeres con trabajo, con futuro, integrado al mundo laboral, es otra cosa. Con ello, estamos ayudando a tener un Chile más inclusivo, más diverso, más unido y cohesionado. y de a poco en el tiempo dejaremos de hablar de inclusión y hablaremos de convivencia. Por ahí leía: El desempleo en las personas con discapacidad no está causado por la falta de habilidades, si no por la falta de oportunidades.

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