Seis ramas de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) sostuvieron un encuentro con el Ministerio de Hacienda durante este miércoles para discutir temas como el crecimiento y la reducción de la jornada laboral.
Tras la reunión, el presidente de la CPC, Alfonso Sweet, dijo “lo que venimos a plantear hoy día es que trabajemos con un horizonte común porque los tiempos y vientos que están viniendo desde afuera no son vientos favorables para esta economía”.
Frente a un escenario con menor crecimiento, el dirigente planteó una alerta por el tenor del debate que se está dando en torno a los proyecto de reducción de jornada laboral. “Me parece muy poco prudente y responsable con el país estarnos hoy día peleando, estar enfrascados en batallas comunicacionales, que es lo que hemos visto en el último tiempo”, dijo.
Agregó que “sabemos por nuestros estudios que los proyectos en discusión afectan el PIB potencial de Chile en los próximos 10 años entre un 0,3% y un 0,5%, pero, de una vez por todas, pongamos los estudios. Acá estamos hablando desde una batalla comunicacional política, hacemos un llamado a la prudencia, a la responsabilidad y por favor pongamos esos estudios sobre la mesa”.
Por su parte, el presidente de la Sofofa, Bernardo Larraín Matte, dijo que este “es un tema sistémico, un tema complejo, no se puede abordar a través de un proyecto de ley que tiene sólo una línea, que es el caso del proyecto de la diputada Vallejo” y reiteró que “este es un tema debatible, hay que poner los estudios técnicos y eso es lo relevante, por eso le asignamos tanta importancia”.
En la misma línea comentó el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, Ricardo Ariztía, quien reiteró sus críticas a ambos proyectos: el de 41 horas promedio del Gobierno y el de 40 horas de la diputada Camila Vallejo (PC). “Así como están presentados, de manera improvisada no es una buena manera de hacer un buen proyecto para los trabajadores”, argumentó.
“En el sector agrícola hemos sido claros que ninguno de los dos proyectos el de 40 horas o de 41 resuelve el problema de la agricultura. La agricultura tiene una forma diferente de trabajar donde la flexibilidad no es fácil de aplicar y esperar una iniciativa que realmente sea de beneficio para el trabajador y para la empresa, pero sino va a tender a que salga un mal proyecto que es lo que está pasando ahora”, manifestó Ariztía.