La aplicación de transportes Cabify informó un aumento considerable en la inscripción de nuevos conductores tras el 18 de octubre, día que inició el estallido social en el país.
A través de un estudio realizado por del departamento de análisis de la empresa y una encuesta interna a 700 choferes activos, revelaron que cuatro de cada diez conductores nuevos señalaron que decidieron unirse a la plataforma porque perdieron su empleo. Esta cifra representa un 28,6% del total de los encuestados.
Los conductores que respondieron que se inscribieron en Cabify porque su pyme no pudo seguir funcionando representan el 12,2% y un 16,3% señaló haber ingresado a la plataforma por la incertidumbre del escenario nacional.
En tanto, un 8,2% admitió que con el estallido social se flexibilizó su horario laboral lo cual les ha permitido destinar algunas horas para hacer trayectos. Mientras que el 34,7% restante señaló que su decisión de entrar a Cabify no tuvo nada que ver con los acontecimientos ocurridos hace poco más de dos meses.
“Decidimos realizar este levantamiento de datos porque a la fecha hemos notado cambios en el comportamiento de usuarios y conductores, tanto en horarios punta, como en el aumento de la demanda a zonas donde el transporte público aún funciona de manera intermitente”, explicó el Head of Data & Analytics de Cabify Chile, José Duarte.
“Al mismo tiempo, nos proporciona información relevante de parte de los conductores, quienes nos perciben como una opción de empleabilidad y generación de ingresos adicionales.”, añadió.
Ciudad “ralentizada”
La aplicación también declaró que el número de viajes aumentó hasta en un 14% en las comunas donde el transporte como estaciones de Metro se han visto más afectadas. Las comunas con mayores alzas en el número de trayectos se concentran principalmente en el sector poniente y sur oriente de Santiago. Entre ellas, destacan Puente Alto con un incremento de 14,3%, Maipú con un alza de 11,9% y Estación Central en donde los viajes crecieron 7,3%.
Otro de los hallazgos del análisis del estudio está relacionado con los horarios en los que las personas se mueven por la ciudad y la velocidad de estos traslados. La ciudad se ha ralentizado: el análisis concluye que los viajes en auto pueden durar hasta diez minutos más de lo que lo hacían antes del estallido. Específicamente, entre las 7:00 horas y las 15:15 horas la velocidad ha disminuido en hasta 18,4% si se comparan las tres semanas previas y las tres semanas posteriores a la crisis.
En cuanto a los horarios punta, si anterior al estallido, este fenómeno ocurría entre las 7:15 horas y 9:15 horas de la mañana; y entre las 17:45 horas y las 19:45 horas por las tardes, luego del 18 de octubre el periodo punta se amplió entre 30 y 45 minutos más durante las mañanas. Durante las tardes, el horario punta se ha adelantado entre una y dos horas.