Banco Central
Agencia Uno
Comparte

Mario Marcel, presidente del Banco Central de Chile (BCCh), expuso en el panel organizado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) titulado “Temores Inflacionarios”, y que fue parte de las actividades en torno a la Reuniones Anuales que desarrollan conjuntamente el FMI y el Banco Mundial las que, en esta ocasión, se llevaron a cabo en forma híbrida, presencial (Washington DC, EE.UU.) y telemática.

El panel, realizado mediante videoconferencia, fue moderado por Julia Coronado, Presidenta y fundadora de MacroPolicy Perspectives, y contó con la participación de Joyce Chang, Presidenta de Global Research de JP Morgan, EEUU; Mohamed El-Erian, Presidente del Queen’s College de la Universidad de Cambridge, Reino Unido; François Villeroy de Galhau, Gobernador del Banco de Francia; y Lucrezia Reichlin, Profesora de Economía de la London Business School, Inglaterra.

En su presentación, Marcel afirmó que la inflación se ha elevado por encima de sus promedios históricos en magnitudes similares para economías avanzadas y emergentes, pero con cierta heterogeneidad al interior de cada grupo.

En esta línea, puntualizó que “existe amplia evidencia de disrupciones en la cadena logística, mayores costos de transporte, cuellos de botella inducidos por la pandemia y aumentos en los precios de las materias primas”.

Esto ha ocurrido porque “la recuperación del Covid-19 ha estado marcada por la reversión del ahorro precautorio y por el apoyo fiscal al ingreso de las personas, lo que ha hecho surgir la demanda y el consumo, al punto que en algunos países -como Australia, Chile, China, EEUU, Nueva Zelanda, y Perú, entre otros- el consumo privado y la producción ha superado sus niveles previos a la pandemia”.

Otra fuente de inflación ha sido la devaluación de las monedas, especialmente en países emergentes, “con fluctuaciones que reflejan factores idiosincráticos y shocks regionales, especialmente en Latinoamérica”, según planteó Marcel. Estos países, a la vez, tienden a contar con mayores grados de indexación, lo que aumenta la inercia de la inflación.

En cuanto a las presiones inflacionarias, la autoridad sostuvo que, aunque existe una correlación entre el aumento de la inflación en muchos países, esto no implica que dichas presiones en el mundo sean mayoritariamente de origen externo. Agregó que esto refleja la expansividad de política monetaria y política fiscal en muchas naciones para salir de la crisis generada por el Covid-19, lo que es relevante tener en cuenta para no concluir que la inflación es mayormente importada.

Al momento de responder a este comportamiento de la inflación y sus perspectivas a mediano plazo, Marcel señaló que “los bancos centrales deben ser capaces de resolver dos tensiones al momento de tomar sus decisiones: la tensión entre impactos sobre la inflación y sobre la actividad; la tensión entre actuar con rapidez y postergar decisiones, con el riesgo de tener que aplicar ajustes mayores después”.

Por otra parte, sostuvo que los factores que han contribuido a elevar las expectativas de inflación en el mundo son “sorpresas inflacionarias al alza de forma sistemática, aunque esto no explican totalmente el fenómeno, sino también contribuyen las respuestas fiscales muy grandes, extensas y prolongadas”.

En el caso de Chile, donde la meta de inflación se define como la expectativa en un horizonte de dos años, el presidente del Instituto Emisor indicó que “hemos visto algunas desviaciones del objetivo del 3% en los últimos meses. Aunque en este momento el desanclaje de las expectativas es más un riesgo del escenario central que observamos, son preocupaciones que no deberían ser descartadas”.

Últimas Noticias