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El cambio climático, la presencia de cultivos intensivos y la internación irregular de especies, figuran entre las principales causas.

enfermedades cultivosLa preocupación por el creciente número de patologías que afectan los cultivos agrícolas fue uno de los temas que marcó el triple congreso internacional de fitopatología realizado en Termas de Chillán, organizado por INIA y las facultades de Agronomía y Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción.

273 investigadores y estudiantes de América Latina se reunieron para participar en el XXV Congreso de la Sociedad Chilena de Fitopatología, al XIX Congreso Latinoamericano de Fitopatología y a la LVII Reunión de la División Caribe de la American Phytopathology Society.

El cambio climático, la presencia de cultivos intensivos y la internación irregular de especies vegetales desde otros países, figuran entre las principales causas.

El investigador de INIA Quilamapu, Andrés France, presidente del comité organizador, destacó, entre los temas presentados, el de la investigadora del CABI en Brasil, Yelitza Colmenares, quien se refirió a las patologías o enfermedades que en poco tiempo más empezarán a afectar los cultivos, información que permite prepararse con tiempo de lo que pueda venir.

¿Y qué puede venir?

Aunque no existe la seguridad de que así vaya a ser -resaltó France- hemos visto que las enfermedades causadas por virus y por bacterias han tenido una mayor presión de ingreso y de diseminación. Con ellas se presenta el peligro de causar severos daños, con lo difícil que resulta controlar enfermedades bacterianas y virales. La complejidad de esto es que afectaría a los más diversos cultivos, como los frutales, cultivos anuales, ornamentales, forestales, etc.

¿Qué factores inciden?

Uno de esos factores es el climático. El que haga más calor, favorece la presencia de enfermedades policíclicas; es decir, mientras más calor, las enfermedades alcanzan más ciclos en una misma temporada. Asimismo, hay bacterias y virus que muchas veces son transmitidos por insectos, y los insectos han aumentado en número producto de mayores temperaturas, lo que favorece la diseminación de plagas y enfermedades. Entonces, en los próximos años vamos a seguir teniendo cada vez más problemas sanitarios en los cultivos. Necesariamente tenemos que adelantarnos a esos problemas. Lo mismo pasa con la presencia de lluvias, avanzada ya la primavera. Estas condiciones, de lluvia y sol similares a las del trópico, generan las condiciones ideales para la presencia de enfermedades fungosas y bacterianas. Precisamente este tipo de temas fue abordado en el Congreso. Se presentaron muchos trabajos en distintos cultivos que planteaban el problema, pero también la solución a ellos. Y las soluciones presentadas son muy diversas. Van desde el mejoramiento genético (desarrollo de variedades más resistentes a plagas y enfermedades), uso de herramientas novedosas como la biología molecular, hasta las más tradicionales como el uso de los fungicidas, el desarrollo de nuevos biopesticidas y prácticas culturales.

¿Qué tan complejo se ve el futuro de las enfermedades?

Debe entenderse que todos los días existe el potencial necesario para el ingreso de una nueva enfermedad al país. Las más graves son las que provienen de otras latitudes y son incorporadas a través de la introducción irregular de frutas y/o material vegetal de manera consciente o inconsciente. Cualquier patógeno introducido encuentra, hoy, el ambiente propicio en nuestro país y se desarrolla y disemina rápidamente.

¿Existen cultivos más vulnerables?

Por principio, todas las especies vegetales son susceptibles de tener más de una enfermedad. Existe la tendencia de que las especies más silvestres se defiendan mejor. Pero eso cambia cuando metemos agronomía; sin embargo, necesitamos de la agronomía para poder alimentar a una población creciente. Entonces, el fertilizar, el regar, el establecer en el campo una sola variedad en grandes superficies no es normal. Al patógeno le resulta fácil moverse de una planta a otra dentro de una siembra, donde todas las plantas son homogéneas, todas sobrefertilizadas y con tendencia a ser más suculentas. Desde el punto de vista silvestre ello no ocurre. En la naturaleza las especies no están todas juntas, hay una diversidad que las rodea, lo que dificulta la movilidad de los patógenos. Hoy tenemos plantas que estamos adaptando al cultivo agronómico como la murtilla, el maqui, el calafate. En su ambiente natural se ven muy sanas, pero cuando se empiezan a cultivar, regar, fertilizar y podar, se inicia el ingreso de enfermedades.

Fuente: Diario La Discusión

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