Óscar Melo, académico, sostiene que disponibilidad hídrica reorganizará zonas de cultivo. Se proyecta que la disponibilidad de agua resulte limitada hacia la zona norte y centronorte del país.
Si bien no se tiene claridad de cuáles pueden ser los efectos del cambio climático, es posible conocer proyecciones sobre la variación de temperaturas y precipitaciones, con base en estimación de emisiones de gases de efecto invernadero.
En materia agrícola y fundamentado en la preponderancia de los sistemas de riego en el país, el académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Óscar Melo, explicó que estas proyecciones permiten estimar que habrá una reorganización del uso de la tierra en el país.
“Quizás en algunas zonas como esta (Maule), ciertos cultivos van a dejar de ser rentables y serán sustituidos por otros”, comentó el experto, quien acotó que existe un desplazamiento de la fruticultura desde las regiones del norte, hacia comunas de la zona sur.
Delimitó que uno de les efectos más importantes relacionados con la reorganización del uso de la tierra está relacionado con la disponibilidad hídrica, especialmente en la parte norte y centronorte del país, hacia donde se anticipa que habrán “importantes restricciones del recurso”, lo cual será también una limitante para ciertos cultivos.
Al consultarle si puede haber abandono de algún producto agrícola o espacio de tradición productiva, indicó que lo que ocurra en Maule estribará de la disponibilidad de agua. De haber acceso a ésta, “los efectos sobre los cultivos no serán tan fuertes”.
En tal sentido, advirtió que se trata de estimaciones que igualmente son objeto de cambios dinámicos.
“Vemos que cultivos que antes estaban en la zona norte del país, se empiezan a desplazar cada vez más hacia esta región, por ejemplo. Lo mismo ocurre en escala en la región de O´Higgins y Biobío (…) También hay ciertas regiones que van a ser perjudicadas, principalmente por efectos del agua”, comentó.
Sin embargo, otros territorios resultarán beneficiados y aumentarán su potencial debido a los cambios en clima. Esto les permitirá tener muchas más alternativas de cultivo, en los cuales anteriormente tenían problemas.
Reiteró que serán las regiones ubicadas hacia la zona sur del país las favorecidas.
Igualmente, puede ocurrir un desplazamiento de los cultivos frutales, por condiciones de temperatura.
CAMBIOS SOBRE FORESTALES
Melo destacó que las plantaciones forestales no son regadas, sino que dependen de las condiciones naturales de agua. Por tanto, en la medida que cambien los entornos de precipitación, igualmente variarán los porcentajes de productividad.
La rentabilidad y tasas de crecimiento observadas a la fecha, probablemente pueden variar.
En relación a los espacios de uso forestal devastados por incendios, acotó que si se proyecta reforestarlos con especies exóticas, con plazos de crecimiento de 15 y 20 años, será necesario evaluar los cambios en el comportamiento climático, ya que puede que los rangos de utilidad no se repitan a futuro.
A esto agregó que existe aumento en la probabilidad de incendio, asociado a una mayor sequedad ambiental.
Sobre la introducción de especie nativas, añadió que si bien hay una ley que incentiva el uso de estas para actividades comerciales, los proyectos vigentes no son muy rentables.
En tal sentido, los esfuerzos al respecto están relaciones con fines de conservación y protección de los ecosistemas, más que actividades comerciales.
Respecto a la afección de superficies por plantación de especies exóticas, indicó que “cualquier actividad que se tenga en un suelo cambiará este, por lo que toda intervención humana, tendrá siempre algún efectos”.
Invitó a razonar qué pasaría en caso de que se dejaran sin uso los suelos, decisión que no está relacionada sólo con aspectos ambientales, sino también con el financiamiento de los proyectos.
Fuente: Diario El Centro