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Si bien Chile tiene acuerdos comerciales con 26 destinos, muchos de ellos sin restricciones de aranceles, está pendiente desarrollar los protocolos fitosanitarios para el acceso y modernizar los tratados vigentes. La promoción de Chile y sus productos es otro aspecto que se debe intensificar.

El salto de las exportaciones de productos silvoagropecuarios durante la última década, especialmente en sectores como las frutas, ha sido impulsado por la apertura comercial de Chile, que actualmente cuenta con tratados de libre comercio (TLC) con 26 destinos, incluyendo a la Unión Europea, que representan cerca del 94% del comercio mundial.

Por ello, buena parte de los productos del sector pueden ingresar libres del pago de aranceles a la mayoría los mercados con los que existen esos acuerdos.

Sin embargo, todavía hay negociaciones pendientes para conseguir los protocolos fitosanitarios de acceso, los que no se negocian al momento de firmar los TLC, sino que de manera independiente, producto por producto, y que para el sector agrícola, en la práctica, significan entrar o no a un mercado.

Actualmente, el SAG negocia los acuerdos fitosanitarios para 102 productos en 30 países (ver infografía), y con algunos lleva quince años en conversaciones sin llegar a un resultado, por lo que algunos gremios consideran que es el principal tema pendiente para avanzar en la internacionalización del agro.

“El tiempo que toma una negociación de acceso fitosanitario depende del mercado y del producto. En promedio son 3,3 años, siendo seis días el menor plazo que ha requerido y 9,8 años el mayor, para el ingreso de las uvas a Australia”, comenta la jefa de Asuntos Internacionales del SAG, Verónica Echavarri.

La necesidad de seguir avanzando en aperturas comerciales también es un pendiente para los próximos años y, junto con eso, modernizar los que firmó Chile hace 15 o más años, porque al ser pionero en la apertura comercial a nivel mundial, ha ocurrido que países que ahora están cerrando tratados acceden a mejores condiciones.

“Aún existen posibilidades para avanzar en TLC con países que podrían tener un interés comercial significativo a futuro, como los del área norte de África, que están habituados a consumir frutas. Además, está la necesidad de actualizar los tratados vigentes”, plantea el presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas, Ronald Bown.

La necesaria modernización

A fines de mayo se desarrolló en Bélgica la tercera ronda de negociaciones para actualizar el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Chile, que ya tiene 15 años vigente. Y -aunque no se obtuvieron conclusiones relevantes para el sector agrícola, lo que debería seguir avanzando en una nueva ronda durante el segundo semestre de este año- la disposición de ambas partes para conseguir un tratado más profundo es vista como el camino que debe tomar Chile. En esa línea, desde la Direcon señalan que ya se está dialogando con las autoridades de comercio de Corea del Sur para modernizar el acuerdo que existe desde 2004, según el cual las carnes, lácteos, cereales, jugos, miel, hortalizas y algunas frutas, entre otros productos agrícolas, tienen limitaciones, junto con 21 productos que quedaron excluidos y que se podrían volver a considerar.

Algo similar ocurrirá con Japón cuando entre en vigencia el Tratado Integral Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), que se logró luego de la salida de EE.UU. del Acuerdo Transpacífico o TPP. “Una vez que el CPTPP entre en vigor, se abrirá un abanico de oportunidades para mejorar las condiciones de acceso de nuestros productos al mercado japonés. Algunos de los beneficios que manifestará es la desgravación de arancel de 799 productos y de 228 productos que obtendrán condiciones arancelarias preferenciales”, detallan en la Direcon, con lo cual el 96% de las exportaciones chilenas ingresaría libre de aranceles.

En el caso de las carnes, se traducirá en la liberalización de cuotas de hasta 60 mil toneladas de carne de cerdo a partir del cuarto año de vigencia para Japón, mientras que la de pavo quedaría con una desgravación inmediata de todo el arancel actual.

Los exportadores de carnes destacan que también existen puntos pendientes con la Unión Europea, para igualar las condiciones de las carnes blancas entre ambos mercados y eliminar las cuotas actuales, además de los envíos de carne de cerdo a Tailandia, que se trabaja desde 2012.

,Juan Carlos Domínguez, presidente de Expocarnes, advierte que “los principales desafíos se encuentran en la modernización de los acuerdos en temas como bienestar animal, sustentabilidad ambiental y facilitación del comercio, que pueden convertirse en barreras no arancelarias”.

Ir por nuevos acuerdos

Aunque Chile tiene acuerdos con las principales economías del mundo, buscar nuevas oportunidades sigue siendo un desafío. Una muestra es la ampliación del acuerdo de alcance parcial con India, que se cerró en 2017 luego de seis años de negociaciones, y que aumentó los productos que entran libres de aranceles, desde 474 a más de 3.200 en total, donde destacan las cerezas, paltas, uvas, kiwis, mandarinas, duraznos en conserva, algunos jugos y pasta de tomates.

También está a punto de sellarse el acuerdo de asociación económica con Indonesia, que generaría arancel cero para 5.962 productos chilenos, los que representan más de la mitad del comercio que existe con ese mercado. A ellos se sumarán más de tres mil productos que se irán desgravando con el tiempo, en un plazo máximo de diez años, con lo cual el país pasaría a quedar con el 93% de sus exportaciones a Indonesia sin aranceles.

Y, aunque está en una etapa temprana, uno de los más atractivos es el TLC con Brasil, para el cual la semana pasada se realizó la primera ronda de negociaciones, que Chile espera concretar este año. Si bien no se trataría de grandes ventajas arancelarias, porque eso ya esparte del acuerdo de Chile con el Mercosur, sí de profundizar la relación entre ambos países.

“No vamos a abordar situaciones específicas con productos particulares, sino a establecer disciplinas generales que se van a aplicar a todos los sectores del comercio y la economía de ambos países”, explica desde Brasilia el director de Asuntos Económicos Bilaterales de Direcon, Felipe Lopeandía.

Liberar el acceso fitosanitario

Si bien el avance en la ampliación del acuerdo con India es significativo para varias especies, otras consideran que todavía están al debe, como las ciruelas deshidratadas, que pueden ingresar a ese mercado solo con fumigación con bromuro de metilo, lo que hace que en la práctica sea imposible exportarlas.

En ese rubro, la apertura de India es vista como la principal apertura de mercado pendiente, y están trabajando para que se apruebe la fumigación con fosfina. “En este mercado vemos un potencial interesante, porque tiene una clase media creciente, gran población y un alto consumo en la categoría de frutos secos y deshidratados”, comenta Andrés Rodríguez, director de Chile Prunes.

En el caso de los exportadores de plantas, que entre 2012 y 2016 tuvieron un alza de 76% en sus envíos, llegando a más de US$ 19 millones, las aperturas sanitarias pendientes son un tema crucial. Hoy mandan plantas a más de 30 países y tienen protocolos para exportar más de 80 productos distintos de frutales, vides y hortalizas a unos 56 mercados, donde los países de la región son hasta ahora los destinos más atractivos.

“Hace diez años que negociamosexportar plantas de arándanos a Brasil….Es un mercado que también tiene potencial para cerezos, frambuesos e, incluso, carozos en la zona sur”, afirma la gerenta de Viveros de Chile, Maritrini Lapuente.

Los datos del SAG confirman la inquietud de los exportadores de plantas, ya que buena parte de los 102 productos que están en negociación para conseguir el acceso fitosanitario con distintos mercados corresponde a plantas.

La restricción de los protocolos para los productos agrícolas -que buscan evitar la propagación de plagas y enfermedades- también afecta a los lácteos, un sector con el que muchos países tienden a ser más proteccionistas al firmar acuerdos.

En Chile, las expectativas de los exportadores de esta área están en las aperturas con países asiáticos, como Malasia y Tailandia, pero también con lo que pueda resultar del TLC con Brasil, un mercado estratégico debido a su tamaño y cercanía.

“Si se solucionaran los problemas de acceso actuales, con que la firma de los acuerdos fuera acompañada de los accesos fitosanitarios se podría aprovechar el potencial que tenemos. No es concebible que luego de diez años de firmados algunos acuerdos, todavía no existan los protocolos de acceso para los lácteos”, comenta el gerente de Exporlac, Guillermo Iturrieta.

En ese sentido, recalca que si bien las exportaciones del sector representan en torno al 2% del comercio internacional de lácteos, existe un potencial atractivo para la industria local, porque más del 60% de los envíos actuales está enfocado en productos con valor agregado, que llegan directo al retail .

Invertir más en promoción

Para los exportadores de plantas, el apoyo de ProChile ha sido clave en la internacionalización, porque han realizado ferias como Agro Planttrade y el primer seminario internacional en los próximos días en Perú, para mostrar especies que podrían desarrollarse en ese país, como avellanos, nogales y cerezos. Incluso, para el próximo año tienen planes de desarrollar una marca detrás de las exportaciones de los viveros, Plants from Chile, para participar con más fuerza en actividades internacionales.

Pese a ese impulso, Maritrini Lapuente reconoce que hace falta una inversión pública y privada más decidida en promoción, porque la competencia es fuerte.

“La promoción es un tema súper importante, porque nuestros competidores están invirtiendo mucho en eso. Es necesario seguir posicionando lo que hemos ganado e invertir más, porque con márketing e inversiones, otros países pueden ganarnos el espacio fácilmente”, asegura.

Desde la Asoex, Ronald Bown resalta que en el caso de las frutas la promoción es vital. Detalla que actualmente llevan adelante 16 campañas de promoción en el mundo, por unos US$ 10 millones anuales entre aportes públicos y privados. Con esa experiencia, considera clave hacer un ajuste al Fondo de Promoción de Exportaciones Silvoagropecuarias, que depende del Ministerio de Agricultura y que administra ProChile.

“También es necesario coordinar mejor los esfuerzos de las distintas instancias de Gobierno para tener un mayor impacto y un mejor uso de los recursos humanos y económicos en el exterior”, dice Bown.

5.962 productos chilenos quedarían sin aranceles al entrar en vigencia el TLC con Indonesia.

799 nuevos productos entrarán con arancel cero a Japón cuando comience a regir el CPTPP.

Fuente: Revista del Campo

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