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Con el fin de reducir al mínimo las aplicaciones de polisulfuro de calcio, los especialistas recomiendan aplicar preventivamente productos como azufre y trichodermas, y usar herramientas tecnológicas como estaciones meteorológicas y sistemas de alertas climáticas.

Para los productores de manzanas orgánicas, la venturia o sarna del manzano es una amenaza constante. “El mayor problema es que si se produce un ataque severo, se puede perder hasta el 80% de la producción de un año”, asegura Carlos Pino, asesor experto en el manejo de huertos orgánicos.

Si bien este hongo se combate normalmente con aplicaciones de polisulfuro de calcio, su uso excesivo puede derivar en la aparición de russet , que afecta la textura de la piel de la fruta. Por ello, los expertos coinciden en que la mejor forma de enfrentar la patología es con un plan que contemple el uso de productos preventivos; la realización de labores que bajen la carga de la enfermedad y la incorporación de tecnologías que mejoren la toma de decisiones.

Entre los productos de contacto que han demostrado ser útiles para prevenir la venturia destacan el azufre y los trichodermas, pero deben ser usados de acuerdo a determinadas condiciones para que sean efectivos. De todas formas, los expertos recalcan que se trata de alternativas preventivas, por lo que si el clima es propicio para el desarrollo de la venturia o esta ya se encuentra en el huerto, habrá que acudir obligatoriamente al polisulfuro.

Otra forma para prevenir la enfermedad es mejorar las condiciones de luminosidad y ventilación de los huertos y favorecer el proceso de secado después de una lluvia. Paralelo a esto, los expertos recomiendan eliminar las hojas del suelo, debido a que portan el inóculo que diseminará la enfermedad por el huerto.

“Más allá de si las hojas son compostadas, enterradas o quemadas, lo importante es tratar de bajar la carga de la enfermedad”, afirma Mario Márquez, productor de manzanas orgánicas de la Región del Maule.

Fuente: Revista del Campo

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