Plantas Con Bajo Consumo Hídrico
Plantas Con Bajo Consumo Hídrico
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La iniciativa busca reemplazar todo el césped de uso ornamental, extendido a más de 31 hectáreas, por plantas de bajo consumo hídrico, adaptadas a un clima mediterráneo.
La escasez hídrica que golpea a la mitad de Chile está obligando a repensar la forma en que se utiliza el agua de las grandes ciudades. Por eso, el césped -uno de los máximos consumidores del recurso a nivel urbano- vive días complejos, pues en muchos parques ya han comenzado a reemplazarlo por otro tipo de plantas, de climas mediterráneos o autóctonas del país, de bajo consumo hídrico.

Y es que según estimaciones del Parque Metropolitano de Santiago, por cada metro cuadrado de pasto se requieren diariamente nueve litros de agua, lo que, traducido a las 183,67 hectáreas de césped en la red de 19 recintos urbanos distribuidos en la capital, implican 16.530.000 litros diarios de agua. ¿Un equivalente? Cinco piscinas olímpicas llenas.

Por eso, los parques urbanos de 16 comunas verán cambios en el habitual gramado ornamental, que será reemplazado por otro tipo de vegetación, como herbáceas, arbustos y cubresuelos, todas especies que requieren de poco riego y poseen una alta resistencia al estrés, con bajos cuidados en la mantención frente a la exposición solar. Con esto, se podría reducir el gasto de, al menos, 300.000 litros de agua por cada ciclo de riego en la capital (ver tabla).

La idea, explica Matías Andrade, director del Parquemet, es eliminar todo el césped ornamental, es decir, el que está ubicado en zonas donde no se pueden posar o recostar los visitantes, que actualmente representa una superficie de 33.100 metros cuadrados.

‘Nuestra idea es eliminar el pasto que no cumple una rentabilidad social, no todo el pasto. Entendemos que el pasto donde se recuestan o comparten las personas es importante y ese no lo vamos a cambiar, sino solamente el que no se está utilizando para eso’, asegura Andrade.

‘Muchos de los parques de la red Parquemet fueron intervenidos hace 30 o 40 años, cuando la realidad de Chile y su clima era otra. Ahora, debemos trabajar en generar paisajes con mayor biodiversidad y más sostenibles, lo que será una ganancia muy importante desde varios aspectos’, profundiza Andrade.

Además del cambio de pasto por otro tipo de plantas, la iniciativa se acompaña de una modificación al sistema de riego en dichos sectores. En lugar de la modalidad de red superficial, ahora se implementará un sistema por goteo, tecnificado y localizado, que abastecerá solo a las especies que serán introducidas en estos sectores, a diferencia de lo que ocurre actualmente, donde se abarca la superficie completa del sector regado.
‘La mayoría de estos cambios se implementarán de aquí a final de año y no implicarán un gasto adicional, pues se harán con los recursos ya existentes’, explica Andrade.

Otras experiencias

De acuerdo al Informe de Gestión del Sector Sanitario 2020, realizado por la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), el consumo diario de agua por persona en el país es de 161,1 litros.

Sin embargo, esta cifra cambia dependiendo de la comuna. ‘En Lo Barnechea, Vitacura, La Reina y Huechuraba, el consumo por persona puede superar los 600 litros diarios, muchísimo. Esto está vinculado, básicamente, al riego de grandes superficies de jardines’, explica Ulrike Broschek, subgerenta de Sustentabilidad de la Fundación Chile, e impulsora de la iniciativa Escenarios Hídricos 2030, que busca entregar diferentes propuestas para mejorar la forma en que se utiliza el vital elemento.

En cambio, comunas como Puente Alto, Pudahuel, La Granja y Lo Prado consumen menos de 100 litros por persona al día. Coincidentemente, estas comunas son las que presentan menos áreas verdes.

Para optimizar el uso del recurso hídrico, varios municipios ya comenzaron a implementar el cambio en la vegetación de los parques. En Providencia, por ejemplo, la meta que se han impuesto es reemplazar más de 74 hectáreas césped por especies sustentables, lo que representará un ahorro mensual de casi 16 millones de litros, casi ocho piscinas olímpicas.

Los cambios se iniciaron en el bandejón central de la Av. Pocuro, donde reemplazaron casi 6.000 metros cuadrados de pasto por cubresuelos, herbáceas y arbustos, todas especies que requieren de poco riego, pasando de gastar 1.400.000 a 260.000 litros mensuales, un ahorro de 81%.

‘La reducción en el riego es enorme. Pero lo más lindo, es que florecen, algunas en primavera, verano, otoño, entonces además de verse mucho más lindo y atraer abejas y todo tipo de insectos, tampoco es necesario usar ningún tipo de pesticidas, porque se produce el control natural, por lo tanto, estos veredones sustentables tienen miles de ventajas’, asegura la alcaldesa Evelyn Matthei.

Otros municipios están replicando la idea. ‘En Renca, Colina o La Pintana también se está haciendo lo mismo. El desafío es no colocar las mismas especies de plantas juntas, sino especies introducidas o nativas, pero que consuman poca agua y resistan a altas temperaturas. No es solo un tema paisajístico’, dice Matías Honour, director de proyectos de la Fundación Mi Parque, que impulsa esta iniciativa en distintas regiones del país.

Así, en pocos meses las suculentas, cubresuelos, hierbas y arbustos irrumpirán en veredas, bandejones y jardineras de la capital. Y se harán costumbre. El fin del pasto ha comenzado.

Fuente: La Tercera

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