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En entrevista con El Día, el próximo secretario de Estado, que deberá abordar la grave sequía que ha afectado al país, subrayó que se deben privilegiar las economías rurales. Por otra parte, aseguró que tiene las condiciones para cumplir con este cargo, más allá de críticas surgidas desde su sector.
Una de las ‘sorpresas’ entre los nombramientos ministeriales del presidente electo, Gabriel Boric, fue el de Esteban Valenzuela Van Treek. A fines de los 80’ perteneció al MAPU y fue uno de los fundadores del PPD, partido en el que militó hasta 2007.

Además, fue alcalde de Rancagua entre 1992 y 1996, y diputado por O’Higgins entre 2002 y 2010. En 2017 participó en la formación del Frente Regionalista Verde Social (FRVS), conglomerado que forma parte del Frente Amplio, único representante de este partido en el gabinete. Es doctor en Historia Contemporánea y periodista

-¿Cómo asimiló las críticas que vinieron desde su mismo sector, cuando la diputada Alejandra Sepúlveda señaló que usted no reunía las condiciones para el cargo?

La verdad es que con ella en este momento estamos muy cercanos y trabajamos mancomunadamente. Lo importante es que coincidimos en lo fundamental y ella tiene el mérito de representar por muchos años el interés de los campesinos y de la pequeña agricultura familiar campesina.

Lo importante es que ella ha releído mi curriculum (ríe), porque yo por muchos años he trabajado en la cooperación internacional, específicamente en cuatro países donde me adentré en desarrollo rural, sostenibilidad y efectué un master en desarrollo en una universidad agrarista, donde se apoyaron las reformas agrarias y la modernización.

Creo que lo importante es mirar hacia adelante, articulando a los actores y trabajar buscando grandes acuerdos con las cooperativas y también con las grandes asociaciones de agricultores.

-¿Qué antecedentes en concreto maneja respecto a la situación hídrica en la Región de Coquimbo?

Es muy grave, comparable con la situación que se vive en el Gran Valparaíso. Comprendemos que está el cambio climático de por medio y son 13 años de sequía. Pero también existen omisiones lesivas, falta de productividad del Estado y de tecnificación de las pequeñas agriculturas.

En ese sentido, ha sido la propia gobernadora Krist Naranjo la que ha debido activar los pozos para que surtan de agua a Combarbalá. Hay agua para las parcelas de agrado, pero no para poblados históricos del Norte Chico y del centro sur del país, que también están con problemas.

Por lo tanto, tenemos que avanzar hacia la gobernanza responsable del agua y el presidente Boric ha sido claro en ese sentido.

-¿Cómo se avanzará en esa línea y qué proyectos están en vista?

Lo que buscamos es que la pequeña agricultura tenga acceso al riego tecnificado y que se levanten las barreras que lo impiden, además de pensar en el consumo humano del agua.

Pierda cuidado en que habrán medidas de corto y mediano plazo y eficaces durante este Gobierno, pero el llamado es a la corresponsabilidad de todos y todas para con el recurso hídrico.

-En entrevistas anteriores usted señaló que es importante privilegiar las economías rurales, redestinando recursos que hoy se utilizan de otra manera…

Ha sido muy importante el crecimiento de nuestra fruta de exportación y eso hay que valorarlo. Estamos entre las cinco naciones que producimos berries, por ejemplo, y somos un país pequeño.

Lo malo es que han habido caballos desbocados, porque hay zonas como Valparaíso o Petorca en que existe una extrema escasez hídrica, donde no hay agua para las APR, pero sí para productos que provienen desde zonas tropicales, como por ejemplo la palta, con planes de manejo que por años no respetaron las normas básicas, pasando incluso por sobre dictámenes de la Contraloría General de la República.

Debe existir una corresponsabilidad y pienso que ha faltado proactividad. Hay que hacer cosas obvias, porque en este país nos dedicamos a botar desechos, por ejemplo en las ferias, y es posible desarrollar políticas de compostaje, lo que permite contar con fertilizantes naturales, por ejemplo.

-Usted ha señalado que la Comisión Nacional de Riesgo ha sido un ‘caballo desbocado’. ¿A qué se refiere?

Ahí es clave el aspecto de la planificación regional como le mencionaba anteriormente, porque en todos los países desarrollados se ponen ciertas condiciones, se objetivan los acuíferos, hay gobernanza con actores responsables y no existe una trinchera privatista.

Por eso, es que entre todos los actores debemos acercarnos, mirarnos y sentarnos a conversar en una mesa común.

-Otro aspecto clave es la situación de los embalses, como ocurre con el Puclaro, que en noviembre podría alcanzar niveles críticos, causando un posible racionamiento. ¿Cómo abordar esta crisis?

Hay situaciones que uno no puede cambiar. Hubo políticas de megaembalses en el país, mientras en el mundo había una tendencia a los pequeños y medianos embalses, con una gran tecnificación. Y esos virajes van ser parte de nuestras políticas.

-Durante los años ‘80 usted fue un impulsor de que no se perdieran las conquistas de la reforma agraria. En la actualidad, ¿Qué gran reforma debiera impulsarse?

Lo que se necesitaría sería una pequeña reforma agraria del agua. Tiene que llegar el recurso hídrico a todos los pequeños productores.

Tenemos que llegar a un acuerdo con los PROT (Plan Regional de Ordenamiento Territorial) debido a la parcelación excesiva en suelos agrícolas de primera categoría. Por tanto, creo que debe existir una regulación y vamos a trabajar con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

Recuadro

“Hubo políticas de megaembalses en el país, mientras en el mundo había una tendencia a los pequeños y medianos, con gran tecnificación. Ese debe ser el viraje’

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