A un par de semanas de una nueva versión del Festival de Viña, la reina vigente del certamen, Kika Silva, reveló en una entrevista un inédito momento que vivió tras ser coronada.
La actual panelista de Bienvenidos logró ser la monarca del evento luego de vencer por solo seis votos a Gala Caldirola, sumando un total de 143.
“Fue una experiencia muy bonita, es algo que nunca se me va a olvidar”, comenzó relatando, calificándola como uno de los más importantes de su carrera. “Yo siempre separo lo profesional de lo personal, pero haber sido reina de Viña fue tan potente que terminó marcándome en ambas facetas. De hecho, después de un año, tengo hijas de primos y tíos que me preguntan qué es ser reina… y haber llegado a generar eso es muy especial”.
Si bien indicó que “no tuvo nada malo” y que lo único que se le ocurre sería que “me hizo más conocida y tal vez te tiran más mala onda”, sí recordó un episodio que la afectó.
Esto ocurrió después del postergado piscinazo, debido a unas protestas que terminaron con algunos objetos en la piscina del Hotel O’Higgins. Silva se había estado preparando desde bien temprano ese día para sorprender con una performance.
“Me escapé a Las Rocas sola y lloré, porque estaba cansada (…) Me vine en el auto con mi hermana a Santiago y me encerré en mi departamento. Quise estar sola porque de verdad que andaba mal genio y estaba muy cansada”, explicó.