En mayo de 2018, Soledad Rodríguez presentó una demanda por paternidad contra Álvaro Salas en el Juzgado de Familia de San Bernardo. Las dos pruebas de ADN que se hizo el humorista, uno del Servicio Médico Legal y otro privado, resultaron ser positivos.
En entrevista con la revista Sábado, Salas dijo que decidió hacerte un test particular porque “tampoco de buenas a primeras uno reconoce a un hijo de 14 años”.
Finalmente, ambas partes llegaron a un acuerdo para los gastos de la manutención de su hijo por 700 mil pesos mensuales. Anteriormente, desde 2015, Salas ya le proveía un sostén económico con la condición, según ella, que no hiciera público el caso. Por su parte, dice que jamás hubo condiciones de por medio.
Cuando le preguntaron cómo conoció a Soledad, quien se desempeñaba como promotora el 2000, el humorista respondió: “No sé, ella apareció cuatro o cinco años atrás con el niño, que tenía 14. Nunca lo había visto”. Cuando le insisten por el primer encuentro, reiteró: “Es fuerte lo que te voy a decir, pero no me acuerdo”.
Luego de este primer caso, salió a la luz pública una nueva hija no reconocida por el “rey del chiste corto”. Una mujer de 33 años, concebida en una antigua relación, previa a su matrimonio. Esta vez, para evitar más conflictos judiciales, el humorista decidió reconocerla sin necesidad de exámenes de ADN.