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Una de las historias que faltaba por contar respecto a Marcelo Ríos, era sobre cómo vivió la noche del 29 de marzo de 1998, cuando el tenista logró ser el número uno del mundo en el ranking ATP, en Miami, luego de vencer a André Agassi.

“Voy a la conferencia de prensa y me preguntan todo, que él número uno… Yo no sabía qué decir. No tenía idea qué estaba haciendo y qué estaba pasando”, comenzó diciendo.

Por primera vez en mi vida voy a contar la verdad de lo que pasó antes y después de está ‘webaita’ de haber quedado número uno, que no fue nada lindo”, agregó.

“Terminó la conferencia, me agarran otros periodistas y me acuerdo que te daban un Mercedes, un auto. Me voy al hotel y llenó la tina de cerveza y me pongo a tomar unas cervezas, estaba solo en la pieza”, agregó.

En ese momento me pongo a pensar (en la ducha) ‘esta wea del número uno y la cuestión ¿ahora qué voy hacer? ¿volver a Chile?”, complementó.

Pero la historia no termina ahí, ya que el chino reveló que “me voy a un restaurante que se llamaba Linda B, queda muy cerca de Key Biscaine. Me acuerdo que Don Francisco nos invitó, parece que estaba el dueño de Ripley. Y estaba mi familia, otro amigo, y había un tipo que no sabía quién era, que estaba en la esquina”.

“Cuento corto, tomando ahí, pá, pá. Voy hablar con la Giuliana, a un teléfono público, y llegué altiro. Y me agarro a combos (con el comensal de la esquina de la mesa), porque me trató de decir que qué me creía yo de ser como era y no pescarlo en la mesa. Se produjo una cuestión que nos agarramos a combos, pá, pá y llegan los pacos”, expresó.

Número uno… Dije ‘puta el número uno malo’. Llegaron los pacos, que me leven preso, se fue todo a la chucha. Y este weon se va contra los pacos y se lo llevaron preso a él y a mí no”, cerró.

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