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Estudios y especialistas aseguraron que dormir poco estaría muy relacionado a las causas del bajo deseo sexual, y que incluso podría provocar disfunción eréctil.

En la Clínica Somno, centro especialista en Medicina del Sueño, explican qué se debe hacer y cómo podemos evitarlo. Esto, en el marco de la celebración que se efectuará este domingo, con respecto al Día de los Enamorados, fecha que será diferente dada las restricciones sanitarias que se viven y que sin duda ha puesto a prueba la convivencia y sobrevivencia de muchas relaciones.

Según Lout Center, las personas que pueden tener episodios cortos o prologados de ronquidos producto de la apnea del sueño, suelen verse afectadas en muchas ocasiones su vida sexual. Una encuesta realizada a pacientes con apnea del sueño en EE.UU. dio a conocer que un 46% de las personas presentaba disfunción eréctil y un 27% bajo deseo sexual.

En Chile, dado un análisis de la Universidad de Valparaíso, calcularon que existe una prevalencia de apnea del sueño de 14% en hombres y 6% en mujeres entre los 30 y 60 años, estimando que un 75% de los pacientes con este problema están subdiagnosticados.

Por otro lado, la roncopatía (uno de los efectos más claros de la apnea) va en aumento, llegando a un 72% en el caso de hombres y a un 62% en mujeres, según la Encuesta Nacional de Salud  del año 2009.

“La roncopatía está subdiagnosticada en Chile. Se tiende a asociar el ronquido con un sueño profundo lo que es un error y lleva a un retraso en las consultas por este síntoma. El problema es que detrás de este ruido, existe una señal que es importante de detectar y no normalizar, dado que sus efectos aumentan el riesgo de padecer infartos, hipertensión, e incluso, la muerte súbita. Además, cuando una persona duerme mal disminuye sus niveles de testosterona, que son los encargados de elevar el deseo sexual”, explicó Álvaro Vidal, Neurólogo de Clínica Somno.

En el mismo contexto, un estudio realizado por el Journal of Sexual Medicine, que evaluó a personas entre 60 y 65 años, reveló que dormir mal se asocia a la disfunción eréctil en el caso de los hombres y en problemas de excitación y dificultades orgásmicas en el caso de las mujeres.

También detalló que las personas evaluadas son bastante mayores, en los últimos años se ha visto un aumento sostenido de la apnea del sueño en generaciones jóvenes y que serian principalmente hombres, afectando sus niveles de testosterona a muy corta edad.

¿Pero cuál seria la relación que existe? Según explica Álvaro Vidal, “la testosterona aumenta sus niveles durante el sueño profundo. Normalmente el cuerpo entra en el primer estado REM en 10 minutos, pero a medida que avanza la noche, entra a etapas REM más largas que favorecen la generación de esta hormona. Entonces, si una persona duerme mal, tiene un sueño interrumpido, duerme poco o no lo suficiente para alcanzar períodos REM de calidad, su testosterona sin duda va a comenzar a bajar, lo que puede repercutir en su líbido e incluso en una disfunción eréctil”, comentó el neurólogo.

Journal of Sexual Medicine realizó otro estudio que analizó a 171 estudiantes universitarios y concluyó que una hora de sueño nocturno adicional no solamente aumentaría el deseo sexual, sino que también incrementaría en un 14% las probabilidades de que se tengan relaciones sexuales con una pareja la noche siguiente.

“Un buen dormir ayuda a la óptima regeneración de nuestro organismo, por lo que si el descanso se ve afectado, puede causar cambios hormonales negativos o derivar en la generación o complicación de múltiples enfermedades asociadas, como diabetes, hipertensión, entre otras. Es por esto que es de vital importancia cuidar nuestra higiene del sueño, contar con una evaluación médica en caso de contar con algún síntoma de trastorno del sueño y realizar los cuidados que finalmente se traducen en una mejor calidad de vida”, detalló el especialista.

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