Cuando el río suena es porque piedras trae. Y hace rato que estaba circulando el rumor del quiebre de Jean Philippe Crettón con Pamela Díaz, hasta que finalmente la incertidumbre se acabó, ya que el animador rompió el silencio y se refirió a su estado sentimental.
En conversación con radio ADN, el rostro de CHV confirmó el fin de su romance con La Fiera, entregando detalles de su distanciamiento.
“Me da un poco de nervios, porque estos siempre son procesos que de alguna manera son difíciles de por sí, y cuando se suma todo un tema mediático se vuelven más complejos”, sostuvo.
“Es difícil la verdad, es un escenario que para mí tampoco es cómodo, porque no me ha tocado lidiar con esto antes en mi carrera. Cuando iniciamos la relación con la Pame siempre supimos que esto iba ser mediático tanto para lo bueno como lo malo, y se entiende también de esa manera”, añadió.
“A mí me pasa que yo trato de vivir la vida como ‘no le hagas a otros lo que no te gustaría que te hicieran’. Y me pasa que prefiero no hablar del tema, porque si yo leyera algo de la Pame hablando, como que me generaría algo. Entonces prefiero no hacerlo por respeto a ella”, expresó señalando que le gustaría que pasen los días para que se deje de hablar del tema.
“Hay que aguantar el chaparrón”
“Generalmente son algunos días, yo he estado envuelto en algunas situaciones polémicas, más por la pega que por el corazón, y dura dos, tres días, pero hay que aguantar el chaparrón no más”, reveló, refiriéndose a su reciente cambio de casa debido a que JP Cretton se mudó muy cerca de Pamela Díaz.
“Estoy con casa nueva, estoy al lado de mi hija, que era mi motivación más grande, hacer más simple todo el tema logístico del colegio y poder compartir con ella todos los ratos que pueda”, señaló el animador afirmando que no le importan seguir siendo vecino de su ex.
“No pasa nada. No por ser vecinos te estás viendo todo el rato. Hay gente que vive en el mismo edificio y no se ve nunca”, agregó, dejando en claro que no dirá por qué dejaron de seguirse en redes sociales, confesando que tras el quiebre se siente muy triste.