El pasado domingo inició la nueva temporada del programa “El Discípulo del Chef“, donde diversos rostros retornaron a la pantalla.
Algunos de estos fueron los exfinalistas de “MasterChef”, Daniela Castro e Ignacio Roman, quienes hace años se vieron en una enemistad, luego de que la primera ganara la final.
En esta oportunidad, en el programa de CHV, ambos quedaron en el equipo de Ennio Carota, y fue el propio chef italiano quien los llamó, con el fin de que limaran sus asperezas y trabajaran en equipo.
“Nunca hubo rivalidad”
En este sentido, Daniela Castro señaló que “nunca hubo asperezas (…) nunca nos hemos llevado mal. Yo creo que la gente quiso quizás enfrentarnos y hacer que nos lleváramos mal o hacer como que nos llevamos mal porque se generó una batahola después que gané. Hubo un distanciamiento, nos alejamos un tiempo, pero tenemos cero mala onda”, aseguró.
Estas palabras fueron respaldadas por Román, quien expresó: “Nunca hubo rivalidad, la rivalidad la generó la gente, lo que estaba esperando el público, las expectativas de ver una rivalidad. Para mí esto es un juego, a veces se gana, a veces se pierde“.
En la misma línea expresó que también existen oportunidades donde “también pierde el favorito. Fuimos hermosos compañeros y si pudiera llegar a la final con ella sería una buena revancha”.
Por último, Carota cerró el tema señalando que “la gente en las redes sociales reclamó mucho, pero yo no me arrepiento para nada. ¿Por qué?, por una razón… ganó la gastronomía“.