AFP PHOTO / Nicholas Kamm
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El Presidente estadounidense Donald Trump irrumpió este domingo en la campaña presidencial mexicana reprochando a México no conseguir detener la migración ilegal, mientras los candidatos Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya lanzaron un desafío al jefe de la Casa Blanca.

Desde Ciudad Juárez, fronteriza con El Paso, Texas, y donde firmas transnacionales producen en masa productos exportados a Estados Unidos, el izquierdista López Obrador advirtió: “Ni México ni su pueblo va a ser piñata de ningún gobierno extranjero”.

El izquierdista, de 64 años y con ventaja de dos dígitos en las encuestas en la presidencial del 1 de julio, prometió que bajo su presidencia los consulados mexicanos en Estados Unidos se convertirían en “procuradurías” para la defensa de emigrantes.

En San Juan de los Lagos, en el estado de Jalisco (oeste), Anaya, impulsado por una alianza de derecha e izquierda, puso el dedo en una problemática que también da dolores de cabeza domésticos a Trump: la libre circulación de armas.

Así como a Estados Unidos le preocupa la migración indocumentada hacia los Estados Unidos, a México le preocupa el tráfico de armas (…), 80% de las armas con las cuales se asesina gente en nuestro país provienen de Estados Unidos”, dijo, en referencia a la ola de violencia que ha dejado más de 200.000 muertos en este país desde 2006.

José Antonio Meade, candidato del oficialista Partido Revolucionario Institucional que tuvo su primer mitin en Mérida (este), omitió referirse a la tortuosa relación con Trump y sólo dejó deslizar: “Defenderé con mi vida los intereses de la nación”.

Mientras los candidatos daban retoques a los discursos de sus primeros mítines de campaña, Trump lanzaba una nueva andanada vía Twitter: “México está haciendo muy poco si no NADA, para impedir que las personas lleguen a México a través de su frontera sur”.

La arremetida contra la migración ocurre mientras un numeroso grupo de centroamericanos recorre México en el denominado “Viacrucis Migrante 2018” tratando de llegar a Estados Unidos para pedir asilo, ya que huyen de la violencia en sus países.

El canciller mexicano Luis Videgaray respondió a Trump vía Twitter señalando que no se puede poner en duda el trabajo que México y Estados Unidos realizan en temas migratorios. 

“Esta cooperación no debiera cuestionarse a partir de reportes noticiosos imprecisos. Defender la dignidad y los derechos humanos no se contrapone con el estado de derecho”, escribió.

La caravana “Viacrucis Migrante 2018” arrancó el pasado domingo en el sureño estado mexicano de Chiapas, fronterizo con Guatemala, y este fin de semana llegaron al vecino estado de Oaxaca en un complicado recorrido por montañas.

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