Captura Telesur
Comparte

Un día antes de que su país salga de la Unión Europea, el primer ministro británico Boris Johnson se encuentra en Londres con el secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo para preparar el terreno a la negociación de un gran acuerdo comercial posbrexit.

Tras reunirse la víspera con su homólogo británico Dominic Raab y participar durante la mañana en varios eventos empresariales, el jefe de la diplomacia norteamericana, Mike Pompeo, será recibido por la tarde por Boris Johnson en Downing Street.

Después de que el Parlamento Europeo ratificara el acuerdo de divorcio en una sesión cargada de emoción el miércoles, el Reino Unido saldará oficialmente a las 23h00 (locales y GMT) del bloque europeo, aunque en la práctica casi nada cambie durante el periodo de transición previsto hasta finales de diciembre.

Londres pondrá así fin a casi 47 años de complicada relación con la UE y esta, por primera vez en su historia, perderá un miembro y ganará un poderoso competidor comercial y financiero a sus puertas.

Uno de los principales argumentos de los defensores del Brexit ha sido, desde la campaña del referéndum de 2016 en que este se decidió por 52% de votos, recuperar el control de su política comercial para negociar libremente acuerdos con otros países.

“Enormes cuestiones comerciales” –

Japón, cuyo emperador Nahurito realizará en primavera la primera visita de Estado al Reino Unido posbrexit, podría ser el primero en firmar un tratado con Londres.

Pero el presidente estadounidense Donald Trump considera una “prioridad absoluta” alcanzar un ambicioso acuerdo de libre comercio con el Reino Unido y su secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo esperar concluirlo este año.

Sin embargo, Washington y Londres tiene varias piedras en el camino.

La decisión británica de permitir al fabricante chino de telecomunicaciones Huawei que participe, aunque sea de forma limitada, en su red 5G y el proyecto de imponer un impuesto a los gigantes estadounidenses de internet pesarán de un lado.

Del otro, cuestiones como la negativa estadounidense de extraditar a Anne Sacoolas, esposa de un diplomático implicada en un accidente de tráfico en Inglaterra que mató al adolescente Harry Dunn, o la denuncia de un fiscal neoyorquino de que el príncipe Andrés, hijo de la reina Isabel II, no coopera con una investigación del FBI sobre el difunto pederasta Jeffrey Epstein.

“Tenemos muchos temas que discutir con el Reino Unido en el momento en que este entra en una nueva fase de soberanía”, reconoció Pompeo en el avión que le llevaba a Londres, entre ellas “enormes cuestiones comerciales”.

En la negociación de un acuerdo con Estados Unidos, Londres podría tener que aceptar productos con normas alimentarias más laxas sobre la salud y el medioambiente que las actualmente impuestas por la Unión Europea.

Agence France-Presse

Últimas Noticias