Con apenas 17 años, Emma Coronel se convirtió en reina del “Festival del café y la guayaba” en un pueblo mexicano, y un año más tarde contrajo matrimonio con uno de los narcotraficantes más temidos del mundo, Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Hoy con 31 años, la modelo se encuentra encarcelada en el Estado de Virginia, en Estados Unidos, tras ser arrestada el pasado lunes 22, por los cargos de narcotráfico y complicidad con su esposo.
La mujer, que tiene 32 años de diferencia con su marido, ha despertado el interés de la prensa, especialmente cuando fue un testigo clave durante el juicio de Guzmán, que tuvo lugar hace dos años en Nueva York, en que fue condenado a cadena perpetua.
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Durante la serie de audiencias, Coronel llamó la atención por enviar saludos y besos a su cónyuge, con quién tenían prohibición de visitas o llamadas telefónicas, y además por las destacadas vestimentas que lucía y por compartir a través de su cuenta de Instagram las fotografías que los medios tomaban en camino a la corte.
Ambos tienen dos hijas en común, las gemelas Emali Guadalupe y María Joaquina, quienes al igual que su madre, llevan una vida de lujos, que aún no entrega claridad sobre la procedencia del dinero.
La ahora influencer posee más de 560mil seguidores en su cuenta de Instagram, donde sus fans ya llenaron los comentarios de sus publicaciones con mensajes como “pronto volverás a casa”, “liberen a la esposa de El Chapo” y “Dejen libre a Emma”.
Actualmente, la exreina de belleza permanece privada de libertad por ser acusada de colaborar con El Chapo, especialmente por mensajes que encontraron en el teléfono celular de él, en que le solicita explícitamente que esconda su armamento antes de un operativo.