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Al menos 91 personas han muerto en más de 40 localidades de Birmania este sábado, día de las Fuerzas Armadas en el país asiático, por la represión de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes que han salido a protestar una vez más contra el golpe de Estado militar del mes pasado, según el recuento formulado por el medio local ‘Myanmar Now’.

“Nuestro recuento muestra que a las 16.30 (hora de Birmania), han sido asesinados 91 civiles en 40 ciudades de todo el país por las fuerzas del régimen golpista”, indica el medio en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, acompañado de una tabla de víctimas configurada a a través de las declaraciones de activistas y testigos.

Esta cifra implica que solo en las últimas horas habría muerto el equivalente a una tercera parte del total aproximado de 320 fallecidos registrados desde el inicio de las protestas contra el golpe de febrero, hasta este viernes.

Los incidentes han ocurrido en diferentes manifestaciones convocadas en Rangún, Lashio, Mandalay, Meikhtila, Kyaukpadaung y Kyeikhto.

Entre las víctimas mortales habría una niña de 13 años, según las fuentes del Myanmar Now, así como un joven de 21 años, identificado como Chit Bo Nyein, capitán del equipo sub-21 del club de fútbol del Hantharwady United, que recibió un disparo de las fuerzas de seguridad cuando ayudaba en la tetería de su familia en la localidad de Insein, en Rangún, según testigos a DPA.

Además, la Embajada de EEUU ha confirmado en las últimas horas un ataque a tiros contra el Centro Americano de Rangún, sin que por el momento se haya identificado a sus responsables. El ataque no ha dejado víctimas que lamentar.

Promesas de elecciones libres como la realizada este mismo sábado por el comandante en jefe del Ejército birmano, Min Aung Hlaing, contrastan con anuncios como el realizado en la víspera por el canal de noticias estatal MRTV, que advertía a los civiles de que no salieran a las calles hoy porque podrían recibir “un tiro en la cabeza o en la espalda”.

Como viene siendo habitual, los manifestantes han exigido la liberación de la líder ‘de facto’ del país, Aung San Suu Kyi, ahora bajo arresto domiciliario después de la asonada. El Ejército birmano ha denunciado que el partido de la detenida, la Liga Nacional para la Democracia, manipuló el resultado de las elecciones de noviembre de 2020, detonante del golpe. El partido niega las acusaciones y pide a los militares que aporten pruebas de ello.

Mientras tanto, la enviada especial del Secretario General para Birmania, Christine Schraner Burgener, ha vuelto a declararse enormemente preocupada por la violencia en curso cometida por las fuerzas de seguridad del país. “Entre los muertos se encuentran mujeres, jóvenes y niños”, ha apuntado, antes de pedir “una respuesta internacional firme y unificada, hacia el restablecimiento del gobierno democráticamente elegido en Birmania”.

El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, también ha expresado su preocupación por la situación que atraviesa el país y ha señalado que se encuentra “conmocionado” y “entristecido” por los indicios de que las “fuerzas de seguridad “están haciendo uso de la fuerza letal contra la población”.

En un comunicado, ha calificado estos actos de “brutales” y “horribles” y ha lamentado que estén afectando, además, a niños de corta edad, quienes también han muerto a manos de los militares.

“Expresamos nuestras más profundas condolencias a los familiares y seres queridos de todas las víctimas y condenamos las acciones de las fuerzas de seguridad birmanas en los mayores términos”, ha dicho antes de matizar que el “régimen no puede gobernar mediante el terror”.

Por su parte, el equipo de la ONU desplegado en el país ha dicho estar también muy “preocupado” por el impacto de los acontecimientos políticos, especialmente en las áreas ahora afectadas por el conflicto.

Así, ha explicado que el equipo está prestando ayuda a 1 millón de personas, aproximadamente, de las cuales un tercio son desplazados a nivel interno. Sin embargo, ha lamentado que el trabajo de las ONG se vea “obstaculizado por la falta de acceso al sistema bancario”.

La organización ha señalado, asimismo, que únicamente cuenta con un 10 por ciento de los 270 millones de dólares que necesita para ofrecer la ayuda necesaria a la población birmana.

AgenciaUno/EP

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