Este miércoles el presidente de Filipinas Rodrigo Duterte, confirmó que castigará con cárcel a quienes rechacen vacunarse contra el Covid-19, esto en un contexto que tiene al país luchando contra su peor rebrote en lo que va de la pandemia.
En ese sentido, el mandatario fue categórico al señalar que “Si no quiere vacunarse, haré que lo arresten y luego le inyectaré la vacuna en las nalgas (…) tú decides, ponte la vacuna o te meteré en prisión”.
De esta forma, pese a que la vacunación continúa siendo voluntaria en el país, Duterte aseguró que buscará las medidas legales para obligar a su población a ser inoculados. Las declaraciones surgen a raíz de que la tasa de inoculación en Filipinas donde desde el comienzo de la pandemia se han registrado 1,36 millones de casos, y 23.600 muertos.
La gente se mostrado reacia a inocularse, luego de que en 2016, el gobierno impulsara y promoviera una supuesta vacuna contra el dengue para ser usada en la población infantil. La polémica de este hecho radica en que contrario a lo esperado, el fármaco en realidad aumentaba el riesgo de los síntomas severos en aquellos pacientes que no hubieran sufrido la enfermedad con anterioridad.
El anuncio llega debido a que en el país se ha completado la vacunación de apenas 2,1 millones de personas, en un territorio que tiene a casi 110 millones de habitantes. Pese a esto, las autoridades esperan inocular a 70 millones de ciudadanos para antes de que acabe el 2021.