Este lunes en Estados Unidos se registró la muerte de un menor de cuatro años, luego de que ese se disparase con la pistola de su propio padre. El hecho ocurrió en Texas, cuando el niño viajaba en auto junto a sus progenitores, identificados como Carlos Pérez y Ashlynne Pérez.
En un determinado momento, el hombre se bajó de su auto para dirigirse a un “dispensario de marihuana” en una gasolinera, quedando el niño y su mujer al interior del vehículo.
Fue entonces cuando el menor aprovechó para cambiarse de lugar, moviéndose hasta el asiento del chofer, encontrando allí el arma que su padre escondía.
El medio citado constata que la policía informó que “la señora Pérez le ordenó a su hijo que se amarrara el cinturón, pero él no la escuchó y se subió al asiento del chofer del carro”.
“Entonces, cuando ella viró la cabeza para mirar por la ventana hacia la gasolinera, escuchó un estruendoso boom”, se indicó.
Esta además no habría sido la primera vez que el niño jugaba con el arma, ya que sus padres en un testimonio indicaron que ya la había usado en dos oportunidades previas.
Los adultos responsables deberán enfrentar a la justicia, ya que según las investigaciones realizadas, ambos sabían que el niño podía salirse de su asiento, sin tomar la precaución de guardar el arma.