El presidente de Estados Unidos, Joe Biden se comunicó por teléfono con su par chino, Xi Jinping, para generar un diálogo y asegurar que la “competición” entre ambas potencias no “derive en un conflicto”.
Este acercamiento, que es apenas el segundo que sostienen los lideres de ambos países desde que el demócrata asumió el poder en enero pasado, fue para sentar bases respecto al futuro y evitar roces económicos y políticos que puedan generar una posible tensión.
Un comunicado emitido por la Casa Blanca señaló que “los dos líderes tuvieron una discusión amplia y estratégica en la que conversaron sobre temas en los que nuestros intereses convergen, y sobre áreas en las que nuestros intereses, valores y perspectivas divergen”.
Ambos mandatarios, “acordaron relacionarse de forma abierta y directa en cuanto a todos esos temas”, agrega el escrito, emitido desde Washington y compartido con las autoridades en Pekín.