Este martes la ministra de Justicia del Haití, Liszt Quitel, confirmaron las sospechas de las autoridades estadounidenses, anunciando que los 17 misioneros cristianos que desaparecieron el sábado, fueron efectivamente secuestrados por la banda 400 Mawozo.
Quitel además señaló que la pandilla exige 17 millones de dólares para liberar a cada una de las víctimas, pidiendo en concreto un millón por cada uno de los 16 misioneros estadounidenses, y por el único canadiense en el grupo.
El grupo fue secuestrado tras visitar a un orfanato en Croix-des-Bouquets, un suburbio al noreste de la capital, Puerto Principe. Según la autoridad de la Justicia, las víctimas se encuentran “en un lugar seguro”, a la espera de ser liberados.
El anuncio llega un día después de que la Casa Blanca confirmara que el FBI fue enviado al país para investigar el secuestro. En ese sentido, Quitel afirmó que los agentes están asesorando a las autoridades haitianas para llevar a cabo el proceso de negociación.